Mahmud Ahmadinejad, expresidente de Irán, declaró su candidatura para las próximas elecciones presidenciales previstas para el 28 de junio según la televisión estatal iraní este domingo. Este anuncio surge tras la muerte del presidente Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero el mes pasado, alterando radicalmente el panorama político.
La televisión difundió la inscripción de Ahmadinejad, creando debates sobre la futura dirección política del país. Sin embargo, su camino hacia la presidencia puede encontrar importantes obstáculos. El Consejo de Guardianes, un poderoso órgano dominado por los clérigos, examinará a los candidatos y publicará la lista aprobada el 11 de junio.
Contexto histórico del expresidente Ahmadinejad
Antiguo miembro de la élite de la Guardia Revolucionaria iraní, llegó a la presidencia en 2005. Su mandato concluyó en 2013 debido a la limitación de mandatos, pero sus ambiciones políticas persistieron a pesar de la resistencia.
En 2017, el Consejo de Guardianes le descalificó como candidato después de que el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, desaconsejara su candidatura, afirmando que no era lo mejor para Ahmadinejad ni para la nación.
La relación de Ahmadinejad con Jamenei, aparentemente sólida, se deterioró significativamente. Los llamados a limitar la autoridad suprema de Jamenei ampliaron sus desavenencias. Esta tensión se intensificó en 2018 cuando Ahmadinejad instó públicamente a Jamenei a permitir unas elecciones "libres" en una carta.
El apoyo anterior de Jamenei protegió a Ahmadinejad, sobre todo tras su polémica reelección en 2009, que desencadenó protestas generalizadas y la posterior represión violenta. La Guardia Revolucionaria sofocó rápidamente los disturbios, restaurando el control pero dejando cicatrices duraderas en el panorama político iraní.
El papel del Consejo de Guardianes
El regreso de Ahmadinejad a la política conlleva un considerable peso histórico y retos contemporáneos. Mientras el Consejo de Guardianes evalúa a los candidatos, la nación permanece atenta, comprendiendo que los acontecimientos del pasado y las fricciones actuales influirán mucho en su decisión.
La candidatura del expresidente Ahmadinejad plantea interrogantes sobre los alineamientos políticos y el impacto duradero de las afiliaciones pasadas en la gobernanza futura. El veredicto del Consejo de Guardianes marcará significativamente el rumbo de Irán, configurando su política interior y exterior.
Más allá de las ambiciones individuales, las elecciones reflejarán tendencias más amplias dentro de la sociedad y la gobernanza iraníes. El papel fundamental del Consejo de Guardianes representa el delicado equilibrio entre tradición y reforma, autoridad y disidencia.
