EEUU ejecutó este miércoles un importante ejercicio militar sobre la península de Corea utilizando un bombardero B-1B, marcando el primer lanzamiento de municiones reales en la zona en siete años.
Este ejercicio aéreo conjunto con Corea del Sur dejó en claro las capacidades militares combinadas de ambas naciones, destacando su preparación y fortaleza.
Entrenamiento de fuerzas combinadas entre EEUU y Corea del Sur
El bombardero B-1B Lancer de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, que participó junto a dos F-15K Eagle surcoreanos, desplegó con éxito municiones de ataque directo conjunto (JDAM) de 500 libras guiadas con precisión.
Apuntaron e impactaron simultáneamente en múltiples emplazamientos, subrayando su capacidad de ataque estratégico y coordinado. A continuación, el B-1B operó con avanzados jets surcoreanos F-35A y KF-16, apoyados por cazas y aviones cisterna estadounidenses.
"Este entrenamiento muestra las increíbles capacidades de nuestras fuerzas combinadas para atacar simultáneamente múltiples objetivos en un entorno disputado", declaró el teniente general David Iverson, subcomandante de las fuerzas estadounidenses en Corea y comandante de la Séptima Fuerza Aérea.
Esta sesión de entrenamiento conjunto se produce en medio de un aumento de la tensión en la península coreana.
Recientemente, Corea del Norte envió cientos de globos con basura sobre la frontera, una medida de represalia contra la antigua práctica de Corea del Sur de enviar globos con panfletos contra Corea del Norte, según declaró Kim Yo Jong, hermana del líder norcoreano.
El vuelo del bombardero es una demostración de poder
El lanzamiento de munición real del B-1B Lancer indica que está preparado para atacar objetivos profundos con precisión. El Ministerio de Defensa surcoreano destacó la importancia de este ejercicio, señalando el papel del bombardero en la demostración del poder y la precisión de su destreza militar combinada.
El B-1B Lancer, conocido por transportar la mayor carga útil de armas guiadas y no guiadas de las Fuerzas Aéreas de EEUU, demuestra su capacidad para lanzar rápidamente cantidades significativas de armas de precisión y no precisión.
El ejército estadounidense subrayó que el B-1B podía llevar a cabo misiones contra cualquier adversario en cualquier parte del mundo, mostrando su versatilidad estratégica y táctica.
Estas maniobras conjuntas destacan la profunda cooperación militar entre Estados Unidos y Corea del Sur.
La maniobra de entrenamiento refuerza la preparación y la capacidad de respuesta de los militares aliados, asegurando el compromiso de ambas naciones de mantener la estabilidad y la seguridad en la península coreana.
En última instancia, el lanzamiento de munición real por parte del bombardero B-1B demostró no sólo el poderío militar sino también las alianzas estratégicas forjadas durante décadas, destinadas a hacer frente a cualquier adversidad imprevista en esta volátil región.
