Las fuerzas libanesas capturaron a un hombre armado que abrió fuego este miércoles por la mañana en la embajada de Estados Unidos en Beirut, en medio de la escalada de tensiones entre Israel y Hezbolá.
Mientras se desarrollaba la situación en Beirut, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lanzó una advertencia sobre posibles acciones militares.
Durante su visita a una ciudad fronteriza del norte recientemente afectada por los incendios provocados por los cohetes de Hezbolá, Netanyahu declaró que Israel estaba "preparado para una acción muy intensa en el norte".
La escalada aumentó la presión sobre Netanyahu por parte de miembros de derecha de su gobierno, que se oponen a cualquier alto el fuego en Gaza defendido por Estados Unidos. El conflicto en curso se cobró ya más de 36.000 vidas.
Intervención de Joe Biden
En medio de la escalada de la situación, el presidente Joe Biden intervino con críticas a Netanyahu al tiempo que enviaba a la región a sus principales ayudantes.
Estados Unidos aboga por una resolución del conflicto, que dura ya ocho meses, y busca la liberación de los rehenes en manos de Hamás.
Los ataques del 7 de octubre por parte de Hamás provocaron la muerte de aproximadamente 1.200 personas y el cautiverio de unas 250, con alrededor de un tercio de esos rehenes muertos confirmados.
El asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan, en declaraciones al programa "TODAY", mencionó que Israel había reafirmado su compromiso con un posible acuerdo para resolver la situación de los rehenes. Hizo hincapié en el llamamiento mundial para que Hamás acepte la propuesta.
Respuesta en Beirut e identificación del sospechoso
En Beirut, el ejército libanés respondió al ataque a la embajada, atrapando al sospechoso y trasladándolo a un hospital local para recibir tratamiento. La embajada estadounidense informó de "disparos de armas pequeñas" poco después de las 8:30 a.m. hora local (1:30 a.m. ET).
Además, señaló que la "rápida reacción" de las fuerzas libanesas y la seguridad de la embajada garantizaron la seguridad de su equipo. Un guardia libanés local sufrió heridas leves y recibió atención médica.
Las autoridades identificaron al sospechoso como un ciudadano sirio, pero no revelaron más información sobre su identidad o sus motivos.
Abdullah Bou Habib, ministro de Asuntos Exteriores del Líbano, condenó el ataque y confirmó que las autoridades locales estabilizaron la situación y están investigando el incidente.
Este atentado rememora el trágico bombardeo de la embajada estadounidense en Beirut en 1983, que se cobró 63 vidas, un suceso devastador atribuido a Hezbolá. Tras aquella tragedia, la embajada estadounidense fue trasladada a un suburbio más seguro al norte de la capital.
