La defensa de Hunter Biden continuó su contrainterrogatorio a un testigo del FBI en un tribunal federal de Delaware el miércoles por la mañana.
Esto como un intento de mostrar al jurado que las pruebas presentadas hasta ahora no confirman directamente que el hijo del presidente estuviera consumiendo drogas ilegales cuando compró y poseyó brevemente un arma en 2018.
Durante el breve interrogatorio a Kathleen Buhle, escritora y exesposa de Biden, el fiscal Leo Wise le preguntó sobre el consumo de drogas de su expareja durante los últimos años de su matrimonio. La pareja se casó en 1993 y se divorció en 2017.
Contó que su exesposo se mudó de la casa que compartían en Washington DC después de que ella encontró una pipa de crack en su porche lateral en 2015.
“Fui a buscar a mi marido y le pregunté qué era y me dijo que era una pipa de crack”, testificó Buhle.
En respuestas breves y directas a las preguntas del fiscal, Buhle comentó que Hunter Biden había tenido problemas con las drogas en el pasado y que ella sospecharía que él las estaba consumiendo basándose en los cambios de comportamiento, la parafernalia y las drogas que encontraría en su casa.
Agregó que Hunter Biden fue expulsado de la Marina porque dio positivo en cocaína.
“Cuando mis hijas usaban su auto, lo revisaban para asegurarme de que no estuvieran conduciendo un auto con drogas”, testificó Buhle.
El juicio a Hunter Biden
Biden, un adicto en recuperación, está siendo juzgado por tres presuntas infracciones de armas relacionadas con la compra y posesión mientras consumía drogas. Al igual que su exesposa, se espera que sus examantes también declaren.
Hunter Biden está acusado de hacer dos declaraciones falsas al completar la documentación para comprar el arma, específicamente cuando afirmó no ser adicto ni consumir drogas ilegales, y luego poseer ilegalmente ese revólver Colt durante 11 días.
El juicio no se televisará y los periodistas no pueden enviar actualizaciones en vivo desde la sala del tribunal o la sala adicional.
El martes, la hermana de Biden, Ashley, se emocionó cuando los fiscales reprodujeron una grabación de audio de Biden narrando pasajes de sus memorias, “Beautiful Things”, que describía su lucha con el crack.
Ashley Biden, la primera dama Jill Biden y otros familiares y amigos estuvieron en el tribunal para apoyar a Hunter Biden desde que comenzó el juicio el lunes.
La fiscalía y la defensa discuten
Los fiscales y la defensa siguen en desacuerdo sobre lo que el jurado debería extraer de las memorias de Hunter Biden, que narran sus batallas contra la adicción.
Durante el interrogatorio inicial de la agente del FBI Erika Jensen, los fiscales reprodujeron más de una hora de la versión en audio del libro narrado por Biden para mostrar al jurado que era un adicto y consumía drogas antes y después de comprar el arma en 2018.
Mientras que el abogado defensor Abbe Lowell argumentó ante el jurado que el libro no proporciona evidencia de que Hunter Biden realmente estuviera usando durante el período exacto en que compró el arma en octubre de 2018.
Pero en la redirección, los fiscales volvieron a decirle al jurado que el libro es relevante para el caso y muestra que la adicción de Biden incluía el tiempo que compró y poseyó el arma.
