En un partido lleno de tensión y emociones, la estrella del tenis estadounidense Coco Gauff luchó por imponerse a la número uno del mundo Iga Swiatek durante las semifinales de Roland Garros.
Swiatek continuó con su impresionante temporada en tierra batida, asegurándose un puesto en la final con una racha de 18 victorias consecutivas, incluidos triunfos en Madrid y Roma.
Gauff, de 20 años y defensora del título del Abierto de Estados Unidos, se quedó a las puertas de su segunda final de Grand Slam, incapaz de superar a la formidable jugadora polaca.
Coco Gauff discutió con el arbitro por el seque de Iga Swiatek
Desde el principio, Swiatek hizo gala de su dominio, y Gauff fue incapaz de encontrar un punto de apoyo.
El partido alcanzó un punto de ebullición al comienzo del segundo set. Un saque discutido de Swiatek provocó un acalorado intercambio entre Gauff y la árbitro Aurelie Tourte. La controversia se centró en un saque que inicialmente se anuló pero que después se consideró válido tras consultar con el juez de línea.
La frustración de Gauff era palpable. Protestó: "Lo anuló antes de que golpeara la pelota. Usted vio mi reacción; ni siquiera terminé el golpe. ¿Lo dice en serio? Gritó antes de que la golpeara.
A pesar de su defensa, Gauff no consiguió que se anulara el fallo, una realidad que la dejó visiblemente disgustada cuando regresó al tribunal entre lágrimas. "Se equivoca, y es la segunda vez. Es una semifinal de Grand Slam; conozco las reglas", insistió, con la voz teñida de tristeza.
El publico no estuvo de acuerdo con la decisión del arbitro
Tras la decisión impuesta del arbitro se observo como Coco Gauff no aguató el llanto en vista de que no le estaban saliendo las cosas como ella quería.
Después de la reacción de Gauff el público demostró el descontento con el arbitro, abucheando la decisión y mostrando el apoyo a la tenista estadounidense.
La experiencia de Gauff sirve de conmovedor recordatorio del equilibrio de este deporte entre la fortaleza mental y la destreza física.
Pese a la derrota, Gauff debe pasar rápido de página porque todavía sigue en carrera en dobles: “Tengo una gran pareja y siento que tenemos una buena oportunidad de ganar. Lo que aprendí de la final de hace dos años fue que tuve que jugar una final de dobles al día siguiente, y creo que dejé que la negatividad se apoderé de la escena”.