Bryson DeChambeau conquistó su segundo título del US Open el domingo, defendiéndose de una carga tardía de Rory McIlroy en un dramático día final en el Pinehurst Resort & Country Club en Carolina del Norte. Esta victoria supone el segundo gran campeonato de DeChambeau tras su primera victoria en el US Open en 2020.
El estadounidense entró en la ronda final con una ventaja de tres golpes, pero vio cómo McIlroy le aventajaba en dos golpes en un momento dado. Sin embargo, el juego consistente de DeChambeau y un par en el último hoyo aseguraron la victoria ya que McIlroy falló con un bogey.
Tensión en la ronda final
La ronda final fue una montaña rusa de emociones tanto para los espectadores como para los jugadores, destacada por el hecho de que McIlroy estuvo a punto de poner fin a su sequía de diez majors.
Dedicó la victoria a su difunto padre, añadiendo un significado especial al triunfo del Día del Padre. "Por desgracia, mi padre falleció hace dos años. Este título es para él", dijo DeChambeau, sosteniendo el trofeo en alto.
El camino de DeChambeau hacia la victoria comenzó con una ventaja de tres golpes sobre McIlroy, el francés Matthieu Pavon y el estadounidense Patrick Cantlay. A medida que se desarrollaba la ronda final, luchó por encontrar birdies, haciendo bogeys en el cuarto hoyo y abriendo la puerta a la remontada de McIlroy. McIlroy se hizo con el liderato en el hoyo 13 tras una brillante exhibición, acumulando cinco birdies frente a un solo bogey.
¿McIlroy era el rival más difícil?
McIlroy, defensor a ultranza del PGA Tour en medio del surgimiento de la liga LIV Golf, parecía a punto de adjudicarse su primer major en casi una década. Sin embargo, la intensa presión le llevó a cometer errores críticos con el putter, lo que se tradujo en tres bogeys en los últimos cuatro hoyos.
Mientras las esperanzas de McIlroy se desmoronaban, DeChambeau luchó contra los nervios y mantuvo la compostura. Su momento de brillantez llegó en el hoyo final, cuando ejecutó un extraordinario golpe de búnker, que más tarde describió como "el mejor golpe de mi vida".
La victoria añade otro capítulo a la controvertida pero convincente carrera de DeChambeau, que sigue compitiendo en la liga LIV Golf. Mientras tanto, McIlroy se marchó de Pinehurst con emociones encontradas, afrontando el reto continuo de recuperar su forma de ganador de majors.