La administración Biden aseguró esta semana a los funcionarios israelíes su apoyo inquebrantable en caso de que estalle una guerra a gran escala a lo largo de la frontera norte de Israel con Hezbollah.
En una reunión de alto nivel, funcionarios israelíes, entre ellos el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y el consejero de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, debatieron cuestiones críticas con figuras clave de la administración Biden.
EEUU prometió el respaldo a Israel en caso de una guerra con Hezbollah
El Consejero de Seguridad Nacional de EEUU, Jake Sullivan, el Secretario de Estado, Antony Blinken, y Brett McGurk, Coordinador de la Casa Blanca para Asuntos de Oriente Medio, prometieron a sus homólogos israelíes el continuo respaldo estadounidense.
A pesar de las acusaciones públicas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de que Estados Unidos retuvo armas y municiones, lo que contribuyó a tensar las relaciones entre funcionarios israelíes y estadounidenses, la administración Biden reitera su compromiso con la seguridad de Israel.
Las conversaciones en Washington destacaron que Estados Unidos proporcionaría la ayuda necesaria en materia de seguridad, aunque no llegaría a desplegar tropas estadounidenses en suelo israelí.
EEUU a la espera de los ataques de Hezbollah
En respuesta a las persistentes provocaciones de Hezbollah desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, Estados Unidos facilita la desescalada diplomática. Los esfuerzos se intensificaron, como demuestra la visita del enviado estadounidense Amos Hochstein a la región para mediar por la paz.
Sin embargo, sin un alto el fuego entre Israel y Hamás, continúan las ofensivas transfronterizas de Hezbolla.
Los funcionarios estadounidenses permanecen alerta ante una posible escalada del conflicto, esperando que Israel tome represalias si los ataques de Hezbolla provocan víctimas israelíes.
La preocupación estadounidense se centra en la capacidad de Hizbulá para romper las defensas del norte de Israel, incluida la Cúpula de Hierro. La posibilidad de que Hezbolla desborde estas defensas pone de relieve la necesidad crítica de apoyo estadounidense, posicionando la ayuda estadounidense como vital para la seguridad de Israel.
Las discusiones en Washington también se centraron en las "estrategias de salida" para desescalar las tensiones a lo largo de la Línea Azul entre Líbano e Israel, explorando opciones para que los israelíes y libaneses desplazados regresen a sus hogares.