El equipo olímpico estadounidense planea importar unidades de aire acondicionado para sus atletas durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
La medida es contraria a los objetivos de sostenibilidad implementados por los organizadores del evento deportivo que tiene como fin reducir las emisiones de carbono.
Sarah Hirshland, consejera delegada del Comité Olímpico y Paralímpico de EEUU, hizo hincapié en la necesidad de mantener unas condiciones constantes para el equipo estadounidense.
"Como se puede imaginar, este es un período de tiempo en el que la consistencia y la previsibilidad son fundamentales para el desempeño del equipo de EEUU (…) En nuestras conversaciones con los atletas, esto era una prioridad muy alta y algo que ellos sentían que era un componente crítico en su capacidad de rendimiento", destacó Hirshland.
Otros países, como Alemania, Australia, Italia, Canadá y Gran Bretaña también tienen previsto llevar unidades de aire acondicionado para garantizar un entorno de alto rendimiento para sus atletas.
París 2024
Promocionados como respetuosos con el medio ambiente, los Juegos de París impusieron un sistema de refrigeración con tuberías bajo el suelo de la Villa Olímpica para mantener la temperatura de las habitaciones entre 73 y 79 grados Fahrenheit.
Las habitaciones también incluirán ventiladores para ayudar a circular el aire, con el objetivo de contrarrestar el calor del verano, con una temperatura media que alcanzará los 79 grados Fahrenheit el 1 de agosto.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, articuló una visión para un evento ejemplar desde el punto de vista medioambiental, haciendo hincapié en las prácticas sostenibles en la preparación de los Juegos.
Los datos de la Agencia Internacional de la Energía revelan fuertes contrastes en el uso del aire acondicionado entre Europa y las principales naciones olímpicas.
Menos de uno de cada diez hogares europeos tiene aire acondicionado, en comparación con Estados Unidos y China.
En 2016, de los 1.600 millones de aparatos de aire acondicionado que había en todo el mundo, más de la mitad se encontraban en China (570 millones) y Estados Unidos (375 millones), frente a los cerca de 100 millones que había en toda la Unión Europea.
El hecho de que los equipos nacionales den prioridad a la comodidad frente a los objetivos medioambientales del país anfitrión subraya la intensa presión que existe para tener éxito en los Juegos Olímpicos. Strath Gordon, portavoz del Comité Olímpico Australiano, calificó los Juegos de "entorno de alto rendimiento", justificando así el uso del aire acondicionado.
A pesar de las iniciativas ecológicas de los organizadores de París, la afluencia de unidades externas de aire acondicionado procedentes de los países participantes supone un reto para los objetivos de sostenibilidad. Esta situación pone de manifiesto la tensión existente entre los compromisos medioambientales y las necesidades prácticas de los atletas que se preparan para la cumbre de su carrera.