Una encuesta publicada este jueves por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research mostró que 7 de cada 10 adultos estadounidenses creen que los jueces de la Corte Suprema dan prioridad a la ideología personal sobre la imparcialidad.
El sondeo encontró un declive significativo en la confianza que sienten los adultos estadounidenses en la Corte Suprema, un fuerte contraste con hace una década, cuando el Tribunal Supremo gozaba de una confianza más amplia.
En cifras: en este momento, sólo 3 de cada 10 estadounidenses ven a los jueces de la Corte Suprema como árbitros neutrales que proporcionan un control independiente sobre el gobierno.
No hay tanta confianza de los republicanos hacia la Corte Suprema
El descontento abarca todos los aspectos políticos. Aunque la mayoría conservadora de la Corte Suprema logró victorias claves para las políticas republicanas, la confianza entre los republicanos no es contundente.
Un 48% de los republicanos encuestados mostró una confianza moderada en las decisiones de la Corte Suprema sobre cuestiones cruciales como la política de armas, el derecho al aborto, las elecciones y el poder presidencial.
A principios de este año, la Corte dictó sentencias fundamentales, como la de preservar el acceso a la mifepristona, un fármaco utilizado para detener el aborto, y la de anular una prohibición de la era Donald Trump sobre los “bump stocks”, unos accesorios que convierten las armas semiautomáticas en ametralladoras.
Lo más: La encuesta pone de relieve una división de género dentro de la base republicana, con alrededor del 60% de las mujeres republicanas dudando de las decisiones de la Corte Suprema sobre el poder presidencial y la inmunidad.
La percepción de los demócrastas y los independientes
La encuesta halló que alrededor de 8 de cada 10 demócratas creen que los jueces de la Corte Suprema alinean la ley con su ideología, un sentimiento compartido por los independientes.
Este escepticismo se intensificó con acontecimientos como la negativa del Senado bajo Mitch McConnell a celebrar audiencias para el candidato del presidente Obama al Tribunal Supremo, Merrick Garland.
Los informes sobre regalos no revelados a magistrados como Clarence Thomas por parte de donantes del Partido Republicano aumentan aún más la creencia en la imparcialidad del Tribunal Supremo.