Estados Unidos finalizó este sábado los ejercicios militares multidominio Freedom Edge, llevados a cabo en colaboración con Corea del Sur y Japón en el mar de China Oriental.
Este evento marca un hito en los esfuerzos de EEUU por fortalecer sus alianzas en materia de seguridad con sus principales socios asiáticos, en respuesta a las crecientes amenazas de Corea del Norte y China.
Ejercicios para una defensa conjunta entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur
Los Freedom Edge, que se extendieron por tres días, combinaron maniobras aéreas y navales simultáneas con el objetivo de mejorar la defensa conjunta contra misiles balísticos y la guerra antisubmarina.
Se anticipa que estos ejercicios se amplíen en los próximos años para mejorar la capacidad de los países de compartir alertas de misiles, debido a las pruebas "cada vez más sofisticadas" del ejército norcoreano.
"Ese es el tipo de interoperabilidad que se da en un escenario bélico típico", comentó Ridzwan Rahmat, analista de la empresa de inteligencia de defensa Janes, con sede en Singapur.
"En ejercicios trilaterales como este, la intención es desarrollar la interoperabilidad entre las tres fuerzas armadas para que puedan luchar mejor como una fuerza de combate cohesionada", añadió.
Tensiones regionales en aumento
No obstante, estas maniobras incrementaron las tensiones regionales, una preocupación que expresó repetidamente Pekín y Pionyang.
Corea del Norte calificó de "provocadora" y "peligrosa" la llegada del portaviones estadounidense Theodore Roosevelt (CVN-71) al puerto de Busan, Corea del Sur, el pasado sábado para participar en los Freedom Edge.
Contexto geopolítico
Los ejercicios multidominio coinciden con la visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a Corea del Norte, donde firmó con el líder norcoreano, Kim Jong-un, un Tratado de Asociación Estratégica Global que prevé "la asistencia mutua en caso de agresión contra una de las partes".