El presidente Joe Biden reconoció nuevamente el martes por la noche que tuvo un desempeño inferior al esperado en el debate presidencial de la semana pasada y dijo que “no fue muy inteligente” por haber viajado mucho en las semanas previas al evento en Atlanta.
"Decidí viajar alrededor del mundo un par de veces... poco antes del debate", dijo Biden en un acto de recaudación de fondos de campaña en McLean, Virginia.
Biden añadió: "No escuché a mi personal... y entonces casi me quedo dormido en el escenario... No es una excusa, sino una explicación". Anteriormente, los ayudantes habían señalado que Biden estaba resfriado durante el debate.
Al no estar permitidas las cámaras en sus actos de recaudación de fondos, no quedó claro de hasta qué punto Biden quiso decir en serio su comentario sobre casi quedarse dormido.
Aparte de abordar su actuación en el debate, Biden hizo hincapié en lo mucho que está en juego en las próximas elecciones. "Es fundamental derrotar al expresidente Donald Trump en noviembre", subrayó, destacando la urgencia que se percibe en las filas del Partido Demócrata.
En las semanas previas al debate de Atlanta, Biden se había embarcado en una rigurosa agenda de viajes. Su itinerario incluía un viaje a Francia para conmemorar el 80 aniversario del Día D, seguido de la Cumbre del Grupo de los Siete en Italia. De regreso a Estados Unidos, asistió a un acto de recaudación de fondos en Los Ángeles y después pasó varios días en Camp David, preparándose para el debate.
Preocupaciones y conciencia sobre la edad
Este ritmo posiblemente contribuyó a su actuación, marcada por una voz áspera y varios deslices retóricos que alimentaron la preocupación entre algunos demócratas.
Entre ellos estaba el representante Lloyd Doggett, demócrata de Texas, que se convirtió en el primer demócrata en activo del Congreso en sugerir que Biden debería retirarse de la carrera.
Biden abordó por primera vez el tema de su actuación en el debate en un mitin el pasado viernes, dirigiéndose a sus partidarios en Raleigh, Carolina del Norte. "Sé que no soy un hombre joven", admitió Biden, de 81 años. "Ya no camino con tanta facilidad como antes. No hablo tan suavemente como solía hacerlo. No debato tan bien como antes, pero sé lo que sé: ¡sé decir la verdad!"
Sus comentarios subrayan que es consciente del debate sobre la edad, ya que tanto él como Trump se encuentran entre los líderes de más edad de la historia de Estados Unidos, con Trump a la zaga por sólo 3 años.
