El doctor Sanjay Gupta, especialista en neurología y corresponsal médico jefe de CNN, pidió en una columna que el presidente Joe Biden se someta a pruebas cognitivas y neurológicas, tras su irregular desempeño en el primer debate televisado frente a su contrincante Donald Trump.
Aseguró que, para él, como especialista en el cerebro, fue preocupante ver al presidente divagar en el debate y rápidamente confirmó que no era el único preocupado.
“Durante la semana pasada, recibí más de una docena de llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos de colegas médicos que, como yo, se especializan en el cerebro. No es que lo que notamos fuera necesariamente nuevo, sino que fue particularmente pronunciado y desde el comienzo del debate”, expresó Gupta en la columna.
Comentó que desde el punto de vista neurológico, a él y a sus colegas les preocupa la forma de hablar, la repentina pérdida de concentración y la ausencia de animación facial que mostró el presidente.
“Para ser claros, se trata de meras observaciones, de ninguna manera un diagnóstico de algo más profundo, y ninguno de estos médicos quería sugerir que ese fuera el caso”, comentó.
Piden que Biden se haga pruebas cognitivas
El doctor agregó que la mayoría de los médicos que con los que consultó, le recomendaron que hiciera la petición a que Biden se someta a pruebas detalladas de trastornos cognitivos y del movimiento, y que esos resultados deberían estar disponibles para el público.
Dijo que, aunque la Casa Blanca informó en un reporte oficial publicado en febrero que el presidente estaba "en condiciones de cumplir con su deber" en un estudio realizado por 20 expertos, el presidente ha sido operado cerebralmente dos veces en el pasado por aneurismas, y pese a que esto no significa que haya un deterioro cognitivo, es importante realizar más pruebas.
“Es cierto que la trayectoria del envejecimiento varía de persona a persona. Biden tiene 81 años y el expresidente Donald Trump tiene 78. Ambos ya han vivido más que la esperanza de vida promedio de los hombres estadounidenses, de 74,8 años. Esto no es necesariamente sorprendente, ya que ambos tienen acceso a atención médica de alta calidad y no beben ni fuman”, escribió.
También dijo que con el envejecimiento, algunos aspectos cognitivos pueden disminuir, como la velocidad de procesamiento, la atención y la memoria, lo cual es una parte normal del proceso y no suele afectar significativamente el desempeño laboral.
Sin embargo, para algunos individuos, este declive puede ser más notable y potencialmente desembocar en demencia. Se puede comparar esto con olvidar dónde se dejaron las llaves en contraste con no comprender para qué sirven, ilustrando una gama desde la pérdida ocasional de memoria hasta dificultades cognitivas más graves asociadas con la demencia.
“Por eso es importante realizar pruebas detalladas, ya que pueden ayudar a determinar si existe una explicación más sencilla para los síntomas que se presentan o si hay algo más preocupante. Como médico, me gustaría comprender la posibilidad de que exista una demencia subyacente, ya que en los últimos años hemos aprendido que existen tratamientos médicos y cambios en el estilo de vida que pueden retrasar y, en algunos casos, incluso revertir los síntomas de la enfermedad”, enfatizó.