Hezbolá lanzó este domingo un importante ataque con drones contra una instalación militar israelí clave en el monte Hermón, en los Altos del Golán ocupados.
Esta zona es estratégicamente crucial para Israel, ya que sirve como centro de vigilancia que supervisa las actividades en Siria, Irán, Jordania y partes de Arabia Saudí.
Primer ataque de Hezbolá en instalaciones claves de Israel
El domingo, Hezbolá confirmó el ataque con aviones no tripulados, lo que supone su primer ataque contra esta instalación en particular. Este acto representa una escalada en sus continuas hostilidades con Israel, especialmente dado el actual conflicto en Gaza.
El monte Hermón alberga operaciones israelíes de vigilancia, espionaje y defensa aérea. Estas operaciones permitieron a Israel vigilar las actividades en varias regiones vecinas durante décadas.
A primera hora del domingo, Hezbolá reivindicó la autoría de un ataque con cohetes dirigido contra una base militar israelí en el norte de Israel.
Este ataque respondió al asesinato de un miembro de alto rango de Hezbolá, que el grupo atribuye a un ataque israelí con drones llevado a cabo el sábado anterior.
Aumento de los ataques de Hezbolá
El jueves, Hezbolá lanzó 200 cohetes y desplegó múltiples aviones no tripulados en un asalto coordinado.
Estas acciones elevan la preocupación por la escalada del conflicto en Oriente Próximo. Como medida de precaución, desde finales de junio, varios países aconsejaron a sus ciudadanos que abandonen Líbano, por temor a que estallen hostilidades más amplias.
La tensión entre Hezbolá e Israel forma parte de una lucha geopolítica más amplia y prolongada en la región en la que participan actores estatales y no estatales.
El ataque con drones del domingo y el posterior lanzamiento de cohetes indican un aumento significativo de la gravedad y la frecuencia de estas escaramuzas.
A medida que evoluciona la situación, los observadores internacionales mantienen la cautela, destacando la volatilidad y el potencial de una desestabilización regional más amplia.