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A contramano del mundo: un país de Europa comenzó a aplicar la semana laboral de 6 días

La medida comenzó a regir desde el pasado 1º de julio y generó una fuerte polémica

Kyriakos Mitsotakis, primer ministro de Grecia (EFE)

A diferencia de la tendencia global y tras una decisión polémica de su gobierno, Grecia comenzó a aplicar la semana laboral de 6 días. La medida, que comenzó a regir el pasado 1º de julio, generó un intenso debate tanto dentro del país europeo como a escala internacional.

La semana laboral de seis días está dirigida a las empresas privadas que funcionan 24 horas al día, 7 días a la semana. Los empleados de estos sectores pueden optar por trabajar dos horas diarias más o comprometerse a un turno completo adicional el sexto día.

Este horario ampliado incluye un aumento salarial del 40%, y si la sexta jornada cae en domingo o festivo, el aumento salarial salta al 115%.

La defensa del gobierno de Grecia

El primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis y su administración a favor de las empresas defienden esta iniciativa.

Argumentan que aborda problemas acuciantes como el descenso de la población y la falta de mano de obra cualificada, calificando los retos demográficos de "bomba de relojería" para la nación.

El gobierno describe esta política como una respuesta a una "condición excepcional" para mitigar la escasez estacional de trabajadores especializados. Desde la crisis de la deuda de 2009, aproximadamente 500.000 jóvenes griegos con estudios emigraron, lo que agravó la escasez de mano de obra.

A los críticos les preocupa que esta ley pueda establecer una nueva norma en lugar de ser una excepción, debido al historial de Grecia de inspecciones laborales inadecuadas.

La ministra griega de Trabajo y Seguridad Social, Niki Kerameus, aclaró que la legislación no altera la semana laboral estándar de cinco días y 40 horas prescrita por la legislación griega.

En su lugar, permite una jornada laboral adicional en condiciones particulares. "La mayoría de los países de Europa tienen disposiciones similares para las jornadas laborales adicionales excepcionales. Así que Grecia no está haciendo nada diferente", declaró en un correo electrónico a la CNBC.

Las críticas a la medida

Los sindicatos se opusieron vehementemente a la medida. Akis Sotiropoulos, del comité ejecutivo del sindicato del sector público Adedy, criticó duramente la nueva medida, señalando que mientras muchos "países civilizados" ensayan o aplican semanas laborales de cuatro días, Grecia elige el camino contrario.

Los críticos argumentan que esta reforma socava los derechos laborales básicos y otorga un poder excesivo a los empresarios al permitir una sexta jornada laboral. Sotiropoulos subrayó que una mayor productividad va acompañada de mejores condiciones laborales, que incluyen menos horas de trabajo, no más.

Grigoris Kalomoiris, líder del sindicato de profesores jubilados Pesek, también condenó la medida. Destacó la presión financiera que sufren los griegos, que con un salario medio mensual de $973 euros, luchan por llegar a fin de mes.

El sindicalista declaró que "esta última medida brutal no resolverá la cuestión fundamental de la escasez de mano de obra". Expresó su preocupación por los jóvenes griegos desempleados que quizá nunca consigan un empleo.

La tendencia en el mundo

A nivel internacional, muchos países están avanzando hacia la reducción de la jornada laboral.

Por ejemplo, Bélgica aprobó en 2022 una ley que permite a los empleados condensar su semana laboral en cuatro días en lugar de cinco.

El Reino Unido, Alemania, Islandia, Japón, Sudáfrica, Finlandia, Canadá y Nueva Zelanda iniciaron experimentos similares para mejorar la productividad y la calidad de vida.

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