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ONU asegura que el ataque al hospital infantil en Ucrania fue por un misil ruso

El ataque causó graves daños en las salas de cuidados intensivos, cirugía y oncología de la instalación, un centro crítico para tratar a algunos de los niños más enfermos de Ucrania

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El ataque causó graves daños en las salas de cuidados intensivos, cirugía y oncología de la instalación, un centro crítico para tratar a algunos de los niños más enfermos de Ucrania. | Foto: EFE/EPA/SERGEY DOLZHENKO

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó este martes que un misil de crucero ruso alcanzó probablemente el lunes el mayor hospital infantil de Ucrania, Okhmatdyt, en Kiev.

Este devastador impacto ha llevado a la OTAN a reforzar significativamente las defensas aéreas de Kiev.

Rusia niega haber apuntado al hospital, atribuyendo la explosión a un misil antiaéreo ucraniano. Sin embargo, Danielle Bell, jefa de la Misión de Observación de los Derechos Humanos de la ONU en Ucrania, les atribuyó el ataque a los rusos.

"El análisis de las imágenes de vídeo y la evaluación realizada en el lugar del incidente indican una alta probabilidad de que el hospital infantil sufriera un impacto directo en lugar de recibir daños debido a un sistema de armas interceptado", declaró Bell.

El ataque causó graves daños en las salas de cuidados intensivos, cirugía y oncología de la instalación, un centro crítico para tratar a algunos de los niños más enfermos de Ucrania.

En consecuencia, las autoridades ucranianas han trasladado a 600 jóvenes pacientes a otros hospitales. Bell comentó: "Este terrible ataque demuestra que ningún lugar es seguro en Ucrania".

Las observaciones de la ONU sobre el ataque en Ucrania

Las evaluaciones de la ONU coinciden con los análisis de los expertos en armamento, que indican una alta probabilidad de que un misil de crucero ruso Kh-101 causara la destrucción.

Justin Bronk, investigador principal del Real Instituto de Servicios Unidos de Londres, apoyó esta afirmación, declarando que el perfil de vuelo del misil en las imágenes coincide con las características del Kh-101, incluido el ángulo de picado y la silueta.

El impacto del misil causó la muerte de dos adultos y heridas a otras 16 personas, entre ellas siete niños. Este ataque formaba parte de un asalto aéreo diurno más amplio y agresivo contra múltiples ciudades ucranianas durante la hora punta de la mañana, que se cobró al menos 43 vidas en total.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó los ataques, mientras que Volker Turk, jefe de derechos humanos de la ONU, pidió "investigaciones rápidas, exhaustivas e independientes" sobre estos ataques.

Su opinión coincide con las discusiones en curso en Washington, donde los líderes de la OTAN acordaron mejorar las defensas aéreas de Ucrania proporcionando más baterías Patriot y sistemas adicionales.

El presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró ante la cumbre de la OTAN el compromiso de Estados Unidos de apoyar a Ucrania. "Estados Unidos se asegurará de que cuando exportemos interceptores de defensa aérea críticos, Ucrania vaya a la cabeza de la línea", declaró, solidificando un salvavidas crucial para Ucrania durante estos tiempos peligrosos.

Imágenes y vídeos del hospital de Kiev revelan las crudas secuelas: niños enfermos de cáncer recibiendo tratamiento fuera de las instalaciones y un niño pequeño herido con la cara y los brazos ensangrentados. Un equipo de CNN informó de grandes daños, que ilustran la magnitud de la explosión con escombros que sustituyen a lo que una vez fue parte del hospital.

A pesar de las pruebas sustanciales que apuntan a un ataque ruso, Moscú se mantiene firme en su negación. Durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, argumentó: "No hemos bombardeado el hospital infantil. Si hubiera sido un ataque ruso, no habría quedado nada del edificio".

Por el contrario, la embajadora de EEUU ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, condenó el ataque y declaró: "Putin no está interesado en la paz", reforzando la postura de EEUU de responsabilizar a Rusia del asalto. El Servicio de Seguridad del Estado (SBU) ucraniano identificó el arma como un misil de crucero ruso de largo alcance, apoyándose en los fragmentos encontrados en el lugar.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, afirmó en Washington que "Rusia siempre sabe dónde impactan sus misiles. Siempre". Haciéndose eco de ello, el jefe del SBU, Vasyl Maliuk, prometió represalias por lo que calificó de crímenes de guerra rusos.

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