Los trabajadores de Samsung Electronics en Corea del Sur se embarcaron en una huelga indefinida, marcando una acción laboral histórica sobre disputas salariales y de primas.
Iniciada el 10 de julio, esta huelga afecta a 31.000 miembros del Sindicato Nacional de Samsung Electronics (NSEU), que representan a casi una cuarta parte de la plantilla surcoreana de Samsung.
Huelga indefinida de los trabajadores de Samsung
A principios de semana, 6.000 trabajadores, en su mayoría de la división de semiconductores, se declararon en huelga durante tres días en señal de protesta, lo que puso de manifiesto las crecientes tensiones. Esta huelga de corta duración sentó las bases para la actual acción indefinida.
El mayor sindicato de Samsung anunció la huelga el miércoles, señalando la resistencia de la empresa a entablar negociaciones significativas. "La empresa lamentará esta decisión", declaró el sindicato en su página web oficial, expresando su confianza en que una acción industrial prolongada obligaría a la dirección a negociar.
"Cuanto más dure la huelga, más probabilidades habrá de que la dirección entable un diálogo", remarcó el NSEU.
Respuesta de Samsung
En respuesta, Samsung Electronics afirmó su compromiso con las negociaciones de buena fe y aseguró que las líneas de producción no se verían afectadas. "Seguimos comprometidos con las negociaciones de buena fe con el sindicato", declaró la empresa, haciendo hincapié en los esfuerzos por mantener la estabilidad operativa.
Sin embargo, el líder sindical Son Woomok advirtió de posibles interrupciones. En una entrevista concedida a la CNN, Woomok señaló que cualquier parada debida a la huelga no sería fácilmente subsanable, insinuando repercusiones a largo plazo si se prolongaba el estancamiento.
El comienzo de la disputa
La disputa comenzó en junio tras el fracaso de las conversaciones sobre el establecimiento de una estructura salarial más transparente y la mejora de las condiciones de trabajo. El sindicato inició una huelga de un día en respuesta, que ahora ha escalado a un paro indefinido.
Este malestar laboral se produce tras un periodo difícil para Samsung, que incluye una escasez mundial de chips durante la pandemia del Covid-19 y el descenso de la demanda de los consumidores en medio de la incertidumbre económica.
A pesar de estos retos, Samsung prevé una importante reactivación de la demanda de dispositivos móviles impulsados por IA. La empresa prevé multiplicar por más de 15 su beneficio operativo del segundo trimestre en comparación con el año pasado.
Las reivindicaciones sindicales reflejan este renovado optimismo financiero, presionando por una compensación justa para los empleados. "La empresa no está tratando adecuadamente a los empleados", señaló Woomok, destacando la frustración por el estancamiento de las primas por rendimiento.
A pesar de los elevados beneficios de explotación, los empleados siguen descontentos. "Aunque el beneficio de explotación es alto, la empresa insiste en que está en crisis", añadió Woomok.
