Marty Kedian, de Massachusetts, recuperó la voz después de que unos cirujanos le realizaran con éxito un trasplante de laringe en la Clínica Mayo de Arizona.
La pionera intervención quirúrgica sustituyó la laringe cancerosa de Kedian por una donada.
Los trasplantes de laringe, especialmente en pacientes con cáncer, son extremadamente infrecuentes. Normalmente, los médicos no los consideran viables para quienes luchan contra un cáncer activo.
Kedian, de 59 años, es sólo la tercera persona en EEUU que se somete a un trasplante total de laringe. A diferencia de los casos anteriores derivados de lesiones, la operación de Kedian fue necesaria por un cáncer. En todo el mundo se han registrado muy pocas intervenciones de este tipo.
La Clínica Mayo ofreció a Kedian este arriesgado trasplante como parte de un innovador ensayo clínico diseñado para extender esta cirugía que cambia la vida a más pacientes, en particular a los enfermos de cáncer.
Trasplante de laringe
"La gente necesita conservar su voz (…) Quiero que la gente sepa que esto se puede hacer", declaró Kedian en entrevista con The Associated Press cuatro meses después de su trasplante, todavía ronco pero capaz de mantener una conversación de una hora.
Abrumado por la emoción, Kedian recordó la importancia de su primera llamada telefónica a su madre de 82 años tras la operación. "Hablar con mi madre era importante para mí", dijo.
El largo camino médico de Kedian comenzó hace una década con una forma rara de cáncer de laringe. A pesar de someterse a más de una docena de operaciones y necesitar un tubo de traqueotomía para respirar y tragar, se aferró a la esperanza de volver a hablar. Su sueño, sencillo pero profundo, era leer cuentos a su nieta antes de dormir utilizando su voz.
La esperanza llegó cuando la esposa de Kedian descubrió el estudio de la Clínica Mayo. El Dr. Lott consideró a Kedian un candidato ideal puesto que su cáncer era de crecimiento lento y ya tomaba medicación antirrechazo debido a un trasplante de riñón anterior.
En la operación, que duró 21 horas, participaron seis cirujanos que extirparon la laringe enferma de Kedian y trasplantaron la donada junto con los tejidos adyacentes. Utilizando técnicas microquirúrgicas avanzadas, conectaron nervios vitales, lo que permitió a Kedian sentir la necesidad de tragar y mover sus cuerdas vocales.
Sólo tres semanas después de la operación, Kedian pronunció su primera palabra: "hola". Rápidamente empezó a tragar diferentes alimentos, pasando de puré de manzana a platos más contundentes como macarrones con queso. Su viaje continúa mientras aspira a quitarse la cánula de traqueotomía y volver a la vida normal.
Anteriores trasplantes
Los anteriores trasplantes de laringe en EEUU se debieron a causas relacionadas con lesiones: uno por un accidente de moto y el otro por daños causados por un ventilador. Para los pacientes con cáncer, un reto primordial es que los medicamentos antirrechazo pueden desencadenar tumores nuevos o recurrentes.
David Lott, médico dirige el estudio en el que participan nueve personas y que pretende influir en las prácticas futuras en los trasplantes complejos.
"Los pacientes se vuelven muy reclusos y se amurallan del mundo", comentó Lott, catedrático de cirugía de cabeza y cuello en el campus de Phoenix de la Clínica Mayo. "Mis pacientes me dicen: 'Sí, puede que esté vivo, pero en realidad no estoy viviendo'".
La laringe desempeña funciones vitales en la respiración, la deglución y el habla. Las cuerdas vocales de la laringe se abren para que el aire entre en los pulmones, se cierran para impedir que los alimentos entren en la tráquea y vibran cuando pasa el aire para generar el habla.