Donald Trump subió este jueves al escenario en la última noche de la Convención Nacional Republicana (CNR), aceptando la nominación republicana para su tercera candidatura presidencial.
En su discurso, Trump relató el reciente intento de asesinato en un mitin en Pensilvania.
El expresidente relató el ataque con gran detalle. Mientras contaba cómo escuchó la bala del supuesto agresor silbar a su lado, imágenes del incidente se proyectaron en las pantallas detrás de él. Más tarde, esas pantallas mostraron el instante en que, con sangre brotando de su oído, levantó el puño para asegurarle a la multitud que se encontraba bien.
Agradeció a los asistentes en Pensilvania por no entrar en pánico durante la manifestación, lo que atribuyó a su valentía y consideración por su bienestar.
"Se supone que no debería estar aquí esta noche", compartió Trump con una multitud que le apoyaba en el Fiserv Forum de Milwaukee. El público coreó: "Sí, lo estás", pero Trump insistió en lo contrario. Esta revelación personal marcó un tono único para el discurso de Trump, que después siguió un camino más predecible de ataques políticos y retórica.
Luego de eso, Trump desestimó una de sus acusaciones y apuntó a sus adversarios políticos, incluido el presidente Joe Biden.
Criticó la gestión de Biden en materia de seguridad fronteriza, economía y política exterior. Aunque prometió minimizar las menciones directas a Biden, el nombre del presidente apareció dos veces durante su largo discurso.
Trump en la última noche de la RNC
Trump homenajeó a Corey Comperatore, un exjefe de bomberos mortalmente tiroteado mientras protegía a su familia. Trump cruzó el escenario hacia una muestra del equipo de Comperatore, besando el casco en homenaje
A pesar de los momentos emotivos de Trump, los comentarios de su hijo Eric Trump y las apariciones de figuras como Tucker Carlson y Hulk Hogan enfatizaron la postura de línea dura del partido.
La teatralidad de Hogan, que incluyó una camiseta rasgada y declaraciones en las que calificaba a Trump de "auténtico héroe estadounidense", resonó con fuerza entre el público, amplificando el ambiente enérgico de la convención.
En un espectáculo estratégico y poco frecuente en el evento, apareció Melania Trump, acompañada de música clásica. Trump la elogió por la carta que escribió en respuesta al atentado.
La convención buscó un frente republicano unificado, pero careció de debates políticos detallados. Los discursos se centraron más en congregar a las bases que en detallar estrategias políticas.
Hogan caracterizó el pasado mandato de Trump como próspero y fuerte, contrastándolo con problemas actuales como el aumento de la delincuencia y los retos económicos. Sin embargo, los detalles sobre los planes de Trump para un posible segundo mandato fueron escasos.
“Teníamos una economía próspera, fronteras fuertes, calles seguras, paz y respeto en todo el mundo. Pero luego lo perdimos todo en un abrir y cerrar de ojos. El crimen está fuera de control. La frontera está fuera de control. El precio de los alimentos, la gasolina y la vivienda está fuera de control. Y la única persona que puede arreglar esto es Donald Trump”, agregó Hogan.
La última noche del RNC encapsuló el doble enfoque de Trump: utilizar narrativas personales para lograr un impacto emocional y, al mismo tiempo, energizar a la base con apoyos de alto perfil y una fuerte retórica contra los oponentes.