En respuesta a las crecientes tensiones geopolíticas mundiales, las autoridades francesas anunciaron estrictas medidas de seguridad para los atletas de Israel en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
Este domingo, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, confirmó la seguridad permanente para la delegación israelí. Esta decisión se produce tras una polémica declaración de un legislador francés que sugería protestas contra la participación de Israel, lo que refleja el complejo panorama sociopolítico francés.
¿Por qué tanta seguridad para Israel en los Juegos Olímpicos?
La masacre de Múnich de 1972, en la que militantes palestinos asesinaron a 11 atletas israelíes, sigue persiguiendo a la comunidad olímpica. Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), hizo hincapié en la necesidad de reforzar la seguridad y la paz a medida que se intensifican los preparativos en París.
"Cincuenta y dos años después de la tragedia de Múnich, no podemos permitirnos que la historia se repita", declaró Darmanin en una entrevista televisiva. Aseguró que se tomarían todas las medidas necesarias para proteger a los atletas durante el evento.
Stéphane Sejourne, ministra francesa de Asuntos Exteriores, dio una segura y calurosa bienvenida a la delegación israelí en una asamblea de la Unión Europea en Bruselas. "Quiero decir que en nombre de Francia, a la delegación israelí, les damos la bienvenida a Francia para estos Juegos Olímpicos".
¿Israel tiene enemigos en Francia?
La urgencia de estas medidas de seguridad aumenta a medida que se intensifican las tensiones geopolíticas. El conflicto entre Israel y Hamás provocó fuertes reacciones de diversas facciones políticas en Francia, incluidas acusaciones de antisemitismo por parte de grupos propalestinos.
Durante una manifestación a favor de Gaza el sábado, Thomas Portes, legislador del partido de extrema izquierda La France Insoumise (LFI), declaró que los atletas israelíes no eran bienvenidos en Francia.
Sin embargo, el espíritu de los Juegos Olímpicos pretende trascender las luchas políticas. El acto "Los atletas piden la paz" en la Villa Olímpica, al que asistieron tanto Thomas Bach como Niv Yehoshua, del equipo de Israel, encarna este espíritu.
