En medio de la creciente preocupación por los riesgos para la salud de los edulcorantes artificiales, los científicos intensifican sus esfuerzos para desentrañar las posibles repercusiones de los sustitutos del azúcar.
Investigaciones recientes insinúan posibles vínculos entre los edulcorantes artificiales y las enfermedades cardiacas, aunque las conclusiones definitivas siguen siendo difíciles de alcanzar.
Sustitutos para la azúcar
Los investigadores insisten en la necesidad de realizar ensayos clínicos meticulosamente diseñados para comprender mejor los efectos a largo plazo de estos edulcorantes.
Varios estudios en curso pretenden arrojar luz sobre cómo afectan los distintos sustitutos del azúcar a los niveles de glucosa en sangre, los microbiomas intestinales y los sistemas cardiovasculares. Algunos estudios enfrentan a los edulcorantes entre sí, mientras que otros comparan sus efectos con los del azúcar natural.
A los consumidores les resulta difícil identificar el sustituto del azúcar más seguro. Gran parte de los datos proceden de estudios observacionales que carecen de claridad causa-efecto.
Los investigadores suelen examinar a individuos que consumen edulcorantes no azucarados y observan correlaciones con riesgos para la salud como los infartos de miocardio y la diabetes, pero estas correlaciones no implican causalidad.
Edulcorantes artificiales aprobados por la FDA
Todos los edulcorantes artificiales populares incluidos la sacarina, el aspartamo, la sucralosa, la estevia, el xilitol y el eritritol cuentan con la aprobación de la FDA. Estos compuestos se esconden en productos que van desde las bebidas deportivas y las barritas energéticas hasta los yogures, los caramelos y los productos horneados.
Sin embargo, el Dr. Dariush Mozaffarian, cardiólogo y profesor de ciencias de la nutrición en la Universidad de Tufts, advierte de que, a pesar de la aprobación de la FDA, estos edulcorantes siguen siendo "potencialmente preocupantes y poco estudiados".
Un estudio reciente dirigido por el Dr. Stanley Hazen, de la Clínica Cleveland, reveló que unas concentraciones elevadas de xilitol y eritritol podrían hacer que las plaquetas sanguíneas fueran más propensas a coagularse, aumentando potencialmente el riesgo de infartos y derrames cerebrales.
A raíz de estos hallazgos, su equipo llevó a cabo un ensayo comparativo para evaluar el impacto del eritritol frente al azúcar en las plaquetas sanguíneas, cuyos resultados están pendientes de publicación.
Vasanti Malik, profesora adjunta de la Universidad de Toronto, explora los efectos sobre la salud de las bebidas azucaradas frente a los edulcorantes no calóricos y el agua en un estudio en el que participan más de 500 personas. Malik y su equipo pretenden medir la obesidad y la salud cardiaca a lo largo del tiempo.
Las investigaciones sobre los edulcorantes artifíciales continúan
Los expertos abogan por realizar estudios más exhaustivos y controlados para concluir satisfactoriamente si la sustitución del azúcar por alternativas ofrece beneficios para la salud.
La Dra. Michelle Pearlman, gastroenteróloga, subraya la dificultad de interpretar muchos de los estudios existentes debido al pequeño tamaño de sus muestras y a su corta duración.
Se espera que los próximos resultados de los experimentos en curso aporten ideas más claras en los próximos cinco años. Esta cuestión sigue siendo crítica, ya que el Consejo de Control Calórico un grupo de la industria refuta los hallazgos recientes, tachándolos de erróneos y afirmando la seguridad de los edulcorantes.
La prevalencia de los sustitutos del azúcar es innegable. Para 2033, se prevé que su valor de mercado supere los $28.570 millones, impulsado en parte por las nuevas normativas de etiquetado que obligan a distinguir los azúcares añadidos en los envases de los alimentos.
Incluso los edulcorantes "naturales" se someten a un procesamiento químico sustancial, explica la Dra. María Carolina Delgado-Lelievre, cardióloga. La estevia, por ejemplo, se extrae de material vegetal procesado, mientras que otras alternativas implican complejas alteraciones químicas.