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Emotivo regreso de Freddie Freeman con los Dodgers tras situación de salud de su hijo

Freddie Freeman regresa de manera emotiva a los Dodgers tras la recuperación de su hijo Maximus del síndrome de Guillain-Barré

Freddie Freeman regreso
Freddie Freeman junto a Bryce Harper. Foto: @DodgersNation en X

Freddie Freeman, el carismático primera base de los Los Angeles Dodgers, hizo un emotivo regreso a la alineación el lunes por la noche. Su ausencia de ocho partidos se debió al grave susto de salud de su hijo Maximus, de tres años, a causa del síndrome de Guillain-Barré.

A su regreso, los aficionados recibieron a Freeman con una gran ovación, reflejo del apoyo de la comunidad durante el difícil momento que atravesó su familia. Maximus estuvo luchando contra el síndrome de Guillain-Barré, un raro trastorno neurológico.

Al principio, los médicos diagnosticaron erróneamente la enfermedad, que se produce cuando el sistema inmunitario ataca al sistema nervioso periférico, lo que provoca daños en los nervios y debilidad muscular.

Palabras de Freddie Freeman en su regreso

Freeman compartió su angustiosa experiencia, diciendo: "Fue duro ver a uno de tus hijos luchando con un respirador. Eso es lo que rompe el corazón. Nadie merece pasar por algo así. Sé que los padres lo entienden".

Maximus mostró los primeros síntomas durante el descanso del All-Star Game en julio. La familia, que se encontraba en Texas para apoyar a Freeman, se dio cuenta de que Maximus perdía repentinamente la capacidad de sentarse, caminar, comer o beber en cuatro días.

El personal médico le administró dos rondas de inmunoglobulina intravenosa para reforzar su debilitado sistema inmunológico. A pesar de la intervención, Freeman y su esposa, Chelsea, esperaron junto a la cama de su hijo, expectantes ante cualquier signo de mejoría.

Gravedad del síndrome de Guillain-Barré

Freeman detalló estos tensos momentos, afirmando: "Comenzó a encogerse de hombros, lo que fue una señal enorme para nosotros. Significa que estábamos más cerca de poder sacarle el respirador".

Cuando el estado de Maximus se estabilizó, la familia Freeman pudo por fin respirar aliviada. Su historia representa la naturaleza impredecible del síndrome de Guillain-Barré y el desgaste emocional que este tipo de enfermedades supone para las familias.

Ahora de vuelta con los Dodgers, Freeman expresó su inmensa gratitud, diciendo: "Volver significa que están pasando cosas buenas en casa de los Freeman", en referencia a la mejora de la salud de su hijo. Aunque ha vuelto a contribuir en el campo, su corazón sigue firmemente anclado en casa.

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