Los equipos de baloncesto femenino están a punto de recibir recompensas económicas por sus logros en el torneo March Madness de la NCAA. La Junta Directiva de la División I se reunirá el martes para debatir una propuesta para conceder unidades de rendimiento a los equipos participantes, una medida que se hace eco del sistema existente en el torneo masculino.
Un modelo basado en el éxito
La propuesta, que se votará en enero de 2025, imita el modelo ya existente en el torneo masculino. Los equipos recibirán "unidades" con un valor monetario, y la cantidad de unidades dependerá de su desempeño en el torneo. Charlie Baker, presidente de la NCAA, se mostró optimista respecto al éxito de la propuesta, destacando la aprobación de los comités de finanzas.
"A menos que ocurra algo muy extraño, y no espero que ocurra, los comités de finanzas ya han dado su visto bueno a la creación de un programa de unidades para el torneo femenino".
Un negocio millonario
El torneo masculino March Madness de 2018 generó ingresos por un valor de $844.3 millones, principalmente gracias a acuerdos de televisión y marketing. La mayor parte de las ganancias se redirigen a las escuelas miembro, que las reinvierten en diversos programas atléticos.
Con el nuevo acuerdo de televisión con ESPN, que valora el torneo femenino en $65 millones, ahora es posible implementar un sistema similar para las mujeres.
Este nuevo sistema de bonificaciones funcionará de manera muy similar al del torneo masculino. USA Today explicó que los equipos recibirán ingresos por su participación en el torneo, y aquellos que avancen a rondas posteriores obtendrán más unidades. Cada unidad para el torneo masculino de 2023 tenía un valor aproximado de $2 millones.
La NCAA impulsa el baloncesto femenino
El interés por el baloncesto femenino está en constante crecimiento. El partido por el título del año pasado fue visto por 18.7 millones de espectadores, superando incluso a algunos partidos del torneo masculino.
"Este nuevo sistema tendrá un impacto significativo en el deporte. Veremos un aumento en el apoyo al baloncesto femenino como nunca antes", aseguró Geno Auriemma, entrenador de la Universidad de Connecticut.
Kim Barnes Arico, entrenadora de la Universidad de Michigan, compartió este optimismo: "Hemos demostrado lo apasionante que es nuestro juego. Este es solo el comienzo".
La implementación de un sistema de bonificaciones económicas para el torneo femenino de baloncesto marca un hito importante en la búsqueda por la igualdad en el deporte universitario. Al alinear las recompensas financieras de las jugadoras con su desempeño y el interés creciente del público, la NCAA no solo reconoce el valor del baloncesto femenino, sino que también invierte en su futuro crecimiento. Esta decisión sienta un precedente que podría extenderse a otros deportes y contribuir a cerrar la brecha de género en el ámbito deportivo.