La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia sanitaria mundial este miércoles debido a la rápida expansión de la viruela del mono en la República Democrática del Congo y su propagación a las naciones vecinas.
Esta declaración es la segunda alerta de este tipo por viruela del mono en dos años. El virus, que se transmite normalmente por contacto directo con la piel, puede ser mortal en ocasiones a pesar de que suele ser leve. Los síntomas suelen parecerse a los de la gripe e incluyen llagas llenas de pus en el cuerpo.
Nueva variante de la viruela del mono
El brote actual en el Congo comenzó con una cepa endémica, el clado I, pero surgió una nueva variante, el clado Ib, con una mayor tasa de transmisión, en particular a través del contacto íntimo o sexual. El virus se ha extendido rápidamente a países vecinos como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, resaltó la urgencia de una respuesta internacional coordinada para detener los brotes y salvar vidas. La principal organización de salud pública de África también declaró la emergencia a principios de esta semana, señalando la alarmante propagación del virus.
África notificó más de 17.000 casos sospechosos y 517 muertes este año, lo que supone un aumento del 160% respecto al año pasado, según los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades. Trece países han confirmado casos.
Acción de la OMS ante la infección
Un caso reciente en Lima, Perú, señaló la infección con un paciente que mostraba una mano ampollada a causa del virus. Al clasificar la viruela del mono como "emergencia de salud pública de importancia internacional", la OMS pretende acelerar la investigación, la financiación y las acciones de salud pública y promover la colaboración mundial para su contención.
En 2022, una cepa diferente, el clado IIb, se propagó por todo el mundo, principalmente a través del contacto sexual entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, lo que provocó una emergencia de salud pública previa de la OMS que duró diez meses antes de ser levantada.