En las últimas semanas, luego de haber paralizado el mayor aeropuerto de Alemania, los activistas medioambientales del colectivo Letzte Generation ("Última Generación" en alemán) realizaron una nueva incursión en la mañana del jueves en cuatro aeropuertos internacionales del país: Berlín-Brandeburgo, Colonia-Bonn, Núremberg y Stuttgart.
El objetivo de estos activistas fue interrumpir las operaciones aeroportuarias.
Interrupción de las operaciones aeroportuarias
Ocho ecoactivistas lograron ingresar a las instalaciones de los aeropuertos, en una acción coordinada que implicó pegarse al asfalto en las pistas de aterrizaje.
La finalidad de este acto fue expresar su oposición al uso del petróleo y demandar el cese de los combustibles fósiles para el año 2030.
Con esta medida, buscan evitar el colapso climático y garantizar la supervivencia humana. La policía se encargó de detener a todos los manifestantes, aunque posteriormente fueron liberados.
Desvío de vuelos y suspensión temporal en Alemania
Debido a estos hechos, dos aerolíneas se vieron obligadas a redirigir sus vuelos con destino a Berlín.
United Airlines optó por desviar su vuelo procedente de Nueva York hacia el aeropuerto de Fráncfort del Meno, mientras que Islandair redirigió su ruta al aeropuerto de Leipzig-Halle.
En cuanto al aeropuerto de Berlín, se suspendieron los despegues y aterrizajes de manera temporal por razones de seguridad.
Sin embargo, esta medida no tuvo un impacto significativo en el tráfico aéreo, ya que el incidente ocurrió en un momento de bajo flujo de operaciones.
Las actividades en los aeropuertos de Colonia-Bonn y Núremberg también se vieron afectadas por aproximadamente una hora, causando algunos retrasos.
Reacciones y medidas gubernamentales
La ministra del Interior, Nancy Faeser, criticó enérgicamente las acciones de los ecoactivistas, calificándolas de "acciones criminales".
Faeser manifestó que estos actos son "peligrosos y estúpidos", subrayando que los responsables no solo ponen en riesgo sus propias vidas, sino también las de otras personas. "Hemos propuesto severas penas de prisión. Y estamos obligando a los aeropuertos a proteger significativamente mejor la seguridad de sus instalaciones", afirmó la ministra en X.
