Las fuerzas israelíes llevaron a cabo una amplia operación en la ocupada Cisjordania durante la noche y el miércoles, resultando en la muerte de al menos 10 militantes de Hamas y acordonando la volátil ciudad de Jenin.
Esta operación es considerada una de las más significativas en meses y subraya que el conflicto entre israelíes y palestinos se extiende más allá de la guerra en Gaza, que comenzó tras el ataque de Hamas el 7 de octubre.
Operación de Israel en Cisjordania
Según las declaraciones del teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz del ejército israelí, “grandes fuerzas” ingresaron a Jenin, un conocido bastión militante, así como a Tulkarem y al campo de refugiados de Al-Faraa, todos ubicados en el norte de Cisjordania.
Durante la operación, se reportó que las fuerzas israelíes eliminaron a tres militantes en un ataque aéreo en Tulkarem y a cuatro más en Al-Faraa. Además, se arrestaron otros cinco supuestos militantes, con las redadas anunciadas como la primera fase de una operación más extensa.
Según funcionarios palestinos, cuatro palestinos murieron por fuego israelí en Jenin.
Hamas confirmó la muerte de 10 de sus combatientes en Cisjordania el miércoles, aunque no se esclareció de inmediato si todos eran militantes.
En respuesta a la operación, el gobernador de Jenin, Kamal Abu al-Rub, afirmó que las fuerzas israelíes rodearon la ciudad, bloqueando el acceso a hospitales y destruyendo la infraestructura del campamento.
El conflicto se intensifica
El Ministerio de Salud palestino reportó que las fuerzas israelíes interrumpieron el acceso a instalaciones médicas y bloquearon rutas hacia un hospital. Los reportes también indican disparos frecuentes y una fuerte presencia militar en la zona.
El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, abogó por medidas contundentes en Cisjordania, comparando la situación con la ofensiva en Gaza.
Hamas hizo un llamado a los palestinos de Cisjordania a levantarse contra las incursiones, que considera parte de un plan más amplio para expandir la guerra.
A su vez, Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente Mahmoud Abbas de la Autoridad Palestina, condenó las redadas como una “grave escalada” y solicitó intervención de Estados Unidos. Abbas anunció su regreso a Cisjordania, interrumpiendo una visita en el extranjero.
Desde el inicio de la guerra en Gaza hace más de diez meses, el Ministerio de Salud palestino estima que al menos 652 palestinos murieron en Cisjordania a manos de fuerzas israelíes, la mayoría durante incursiones que frecuentemente provocan enfrentamientos con militantes.
A medida que la violencia se intensifica en la región, la guerra en Gaza resultó en más de 40.000 palestinos muertos, según informes oficiales. En medio de estos eventos, mediaciones en curso entre Estados Unidos, Qatar y Egipto buscan establecer un alto el fuego, aunque las negociaciones han encontrado obstáculos significativos.
La situación sigue siendo tensa, mientras se alertan sobre las posibles repercusiones en la estabilidad de Cisjordania y la situación humanitaria en Gaza.