La campaña de la vicepresidenta Kamala Harris y el Comité Nacional Demócrata planean transferir casi 25 millones de dólares para apoyar a los candidatos demócratas en las elecciones estatales y federales este año, un impulso significativo a esos esfuerzos luego de la recaudación de fondos récord para su campaña este verano.
La información la confirmó Jen O'Malley Dillon, directora de campaña de Harris, en un comunicado este martes.
“Si queremos un futuro en el que se protejan los derechos de todos los estadounidenses, no que se les quiten; en el que se fortalezca a la clase media, no que se la vacíe; y en el que se preserve nuestra democracia, no que se la destruya, todas las contiendas de noviembre son importantes. La vicepresidenta cree que esta contienda tiene que ver con movilizar a todo el país, en contiendas de todos los niveles, para luchar por nuestras libertades y nuestras oportunidades económicas”, expresó O'Malley.
Los fondos incluyen transferencias de 10 millones de dólares tanto al Comité de Campaña Demócrata del Congreso como al Comité de Campaña Demócrata del Senado, que lideran los esfuerzos para ganar mayorías demócratas el próximo enero en el Capitolio.
El Comité de Campaña Legislativa Demócrata, que se centra en ganar el control de los cuerpos legislativos estatales, recibirá 2,5 millones de dólares, mientras que la Asociación de Gobernadores Demócratas y la Asociación de Fiscales Generales Demócratas recibirán 1 millón de dólares cada una.
Campaña de candidatos demócratas
Desde que Harris asumió la candidatura, la campaña ha tenido millonarios aportes económicos, después de semanas de escasa recaudación de fondos a principios del verano.
La campaña anunció a mediados de agosto una reserva de 370 millones de dólares en publicidad televisiva y digital a partir del Día del Trabajo.
O'Malley Dillon anunció el domingo que la campaña recaudó 540 millones de dólares en seis semanas, dejando a la operación de Harris con más de 2.000 empleados y 312 oficinas en los estados en disputa en asociación con el Comité Nacional Demócrata, una presencia mucho más grande que la campaña de Trump, que ha puesto menos énfasis en la organización de campo.
Los demócratas ahora controlan el Senado por un margen de 51 a 49 y tienen ocho escaños menos que los republicanos en la Cámara de Representantes.
Estos esperan que la alta participación en los estados azules les ayude a recuperar la Cámara de Representantes este año, mientras que la perspectiva de conservar el Senado es más complicada.