Los funcionarios de la Casa Blanca señalaron que el presidente Joe Biden no actuará de manera rápida para bloquear la oferta de Nippon Steel de adquirir US Steel en medio de crecientes preocupaciones sobre las consecuencias políticas y económicas de cancelar el acuerdo.
Tres fuentes confirmaron la noticia a The Washington Post. De acuerdo con la información, la Casa Blanca se había estado preparando la semana pasada para anunciar que el presidente bloquearía formalmente la propuesta de la compañía japonesa de adquirir US Steel por 14.900 millones de dólares por razones de seguridad nacional.
Pero después de una oposición a la idea, los funcionarios de la Casa Blanca han indicado ahora que es poco probable que se tome una decisión de ese tipo en el corto plazo y que tal vez no se tome hasta después de las elecciones presidenciales de 2024, según las personas, que hablaron bajo condición de anonimato al medio.
Lo que se sabe sobre los retrasos en la posible compra de US Steel
Según los funcionarios, el presidente sigue oponiéndose al acuerdo y nunca se programó un anuncio al respecto, pero el ritmo de las deliberaciones internas se ha ralentizado.
Sin embargo, la portavoz de la Casa Blanca, Saloni Sharma, cuestionó que haya habido un cambio de planes. Aclaró que un anuncio nunca fue inminente y que el presidente sigue comprometido a esperar una recomendación de una junta de revisión interinstitucional, como lo exige la ley.
El retraso de cualquier anuncio se produce mientras los inversores, los demócratas de Pensilvania y algunos miembros del sindicato de trabajadores del acero advirtieron que el colapso del acuerdo podría desencadenar una crisis económica en la industria siderúrgica de Pensilvania.
Las acciones de US Steel han subido más de un 12% en los últimos dos días de negociación, ya que los inversores se han vuelto más optimistas respecto de que el acuerdo sobreviviría.
¿Movida estratégica?
La oposición de Biden a la adquisición de la otrora emblemática US Steel por parte de Nippon Steel coincide con la postura del sindicato United Steelworkers.
David McCall, presidente de la organización laboral, ha descrito el acuerdo como una amenaza a las perspectivas laborales a largo plazo de sus miembros y a la seguridad de sus pensiones.
Pero una medida que la Casa Blanca podría haber esperado que reforzara sus posibilidades de ganar los 19 votos electorales de Pensilvania ha provocado en cambio una oposición significativa entre los demócratas en el cinturón de acero del oeste de Pensilvania.
“La Casa Blanca estaba preparada para actuar precipitadamente y creo que se sorprendieron por la reacción que recibieron de todos lados”, declaró al medio una persona cercana al proceso.
