La libertad de reparar las cosas que poseemos ha sido un elemento fundamental para lograr el sueño americano de mi propia familia. Tras llegar a los Estados Unidos desde Cuba a los 16 años, mi madre consiguió un trabajo como proveedora de piezas de recambio en Nueva York antes de casarse con mi padre y tener hijos. A su historia familiar le siguió una carrera en la que fue rompiendo barreras y que ha seguido desarrollando durante los últimos 60 años. Yo decidí seguir sus pasos y dedicar mi carrera profesional a la industria que aprendí de ella mientras crecía, una industria dedicada a la búsqueda constante de la calidad y eficiencia en el servicio a los vehículos y sus propietarios.
Por desgracia, los fabricantes de vehículos están trabajando activamente para desmantelar el entorno competitivo de los talleres de reparación, que tanto lucharon por crear mi madre y los 4,7 millones de miembros del sector de la industria de la reparación de automóviles: un entorno que ofrece opciones accesibles, asequibles y alternativas a los consumidores.
A lo largo de mis más de 30 años de trayectoria profesional, he visto de primera mano cómo un fuerte sentido de comunidad y el trabajo duro se entrelazan en el corazón de la industria de la reparación de automóviles. Por ello, estoy tremendamente orgullosa de ser la actual presidenta del Overseas Automotive Council (OAC), una organización dedicada a apoyar a la comunidad mundial de la postventa automovilística desde hace más de 100 años.
En este Mes de la Herencia Hispana, he estado reflexionando sobre cómo, siendo la primera mujer y hispana en ser miembro de OAC desde que se unió a la organización en los años 60, mi madre es una pionera y un ejemplo. No sólo para mi familia, sino también para las mujeres que quieren triunfar en un sector que históricamente ha significado tanto para nuestra comunidad, y que cada vez está más amenazado.
Los fabricantes de vehículos utilizan las tecnologías modernas para bloquear el acceso a los datos y las herramientas necesarias para las reparaciones y el mantenimiento de rutina, marginando injustamente a los proveedores del mercado posventa y a los talleres independientes. Mientras tanto, a los propietarios de vehículos no les queda más remedio que acudir a las instalaciones autorizadas por el fabricante, una experiencia frustrante que yo misma he vivido y que mis seres queridos me cuentan cada vez con más frecuencia.
Esto no está bien. Al tratarse de una de las mayores inversiones de un hogar, los propietarios deberían poder arreglar sus vehículos como les plazca: en el parqueadero de su casa, en un concesionario del fabricante o en el taller local al que han acudido toda la vida.
La buena noticia es que el Congreso de EE.UU. está estudiando la Ley sobre el Derecho a una Reparación Equitativa y Profesional en la Industria del Automóvil [Right to Equitable and Professional Auto Industry Repair (“REPAIR”) Act (H.R. 906)]: un proyecto de ley bipartidista que permitirá que el panorama de los servicios de reparación de vehículos, y los espíritus emprendedores que lo componen, prosperen.
Las empresas independientes, a menudo de propiedad familiar, son la columna vertebral de la industria del automóvil. Aprendiendo del ejemplo de mi madre, sé que los proveedores de piezas de recambio y los talleres independientes se esfuerzan por mantener la plena confianza de sus clientes facilitándoles un servicio de calidad constante. Con los años, los clientes se convierten en familia. Hoy en día, mi madre sigue recibiendo llamadas, ¡a sus 80 años!, de gente que busca piezas de recambio.
Porque esto es algo más que un negocio. Para mí y para mi familia, resolver este problema es preservar una parte fundamental de nuestra cultura. Como hispana que soy, puedo dar fe del inmenso orgullo que supone para nuestra comunidad poder arreglar las cosas que poseemos y cómo cuidamos de ellas.
La propiedad de vehículos significa mucho para nuestra comunidad. Según S&P Global, los latinos «están liderando el crecimiento multicultural en la industria automotriz», representando casi el 70% de las nuevas matriculaciones de automóviles entre los propietarios de vehículos de origen hispano, asiático y afroamericano de 2011 a 2020. Otros resultados indican que hay un 52% de probabilidades de que añadamos un segundo vehículo a nuestros hogares.
La representación de la comunidad hispana en la fuerza de trabajo de reparación y mantenimiento de automóviles en EE.UU. también supera a la de la mayoría de la población, y sigue siendo uno de los grupos demográficos de más rápido crecimiento en el país. El impacto de nuestra comunidad en la industria del automóvil, y el creciente poder adquisitivo como propietarios de vehículos, no pueden ser ignorados.
Ahora, tenemos la oportunidad de fortalecer los llamamientos existentes en el Congreso para aprobar una legislación bipartidista sobre el derecho a reparar que proteja la integridad de la propiedad de vehículos y el servicio automotriz independiente. Debemos hacerlo por nuestra comunidad, los consumidores y los propietarios de negocios independientes en todo el país.
Trabajo todos los días para continuar el legado de mi madre de ofrecer a mis clientes un servicio posventa de primera clase y seguir con su tradición de hispanas que rompen barreras. Si continúan las restricciones anticompetitivas de los fabricantes en la reparación de vehículos, historias como la nuestra serán más difíciles de encontrar, y estarán en riesgo junto con toda nuestra industria.
Proteja el futuro de la propiedad y el mantenimiento de vehículos, de una forma justa y asequible. Pida al Congreso que apruebe hoy la Ley REPAIR.
Tara Cevallos es la presidenta en 2024 del Overseas Automotive Council (OAC), la principal comunidad internacional para todos los fabricantes y exportadores norteamericanos, y todos los importadores, distribuidores y agentes internacionales que participan en el mercado de posventa. También es Cofundadora y Socia de Goodyear Belts, proveedor líder del mercado posventa de correas de transmisión.