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RFK Jr. y sus polémicas promesas para la salud pública

Trump declaró que le permitirá "desmelenarse" en las cuestiones de salud.

La visión de RFK Jr. representa la frustración de millones de estadounidenses ante un sistema de salud que prioriza a las gra
Kennedy busca reestructurar las agencias sanitarias, apuntando a la FDA por sus políticas alimentarias. | Foto: EFE/EPA/JEFFREY PHELPS.

Robert F. Kennedy Jr. (RFK Jr.) se perfila como una figura clave en el ámbito de la salud pública, con potencial para desempeñar un papel crucial en un posible segundo mandato de Donald Trump. Con un toque de rebeldía, Kennedy desafía convenciones y agita las aguas en el mundo de la atención sanitaria. A sus 69 años, no se anda con rodeos al criticar la dependencia del sistema en las vacunas y las prácticas tradicionales de la industria farmacéutica, lanzando críticas que resuenan tanto en el ámbito público como político.

Teorías curiosas y alianzas sorprendentes

El expresidente Trump, conocido por su amor por el espectáculo, no dudó en apoyar a Kennedy y declaró que le permitirá "desmelenarse" en las cuestiones de salud. Según Washington Post, Trump sugirió que podría desempeñar un rol importante si regresa al poder, alimentando rumores de un posible nombramiento fuera de los cauces del Senado. Kennedy, por su parte, ya anunció su intención de eliminar el flúor del agua potable, una movida que desafía la sabiduría convencional y pone a los dentistas en alerta.

Durante su breve coqueteo con la candidatura presidencial independiente, Kennedy no perdió tiempo en soltar teorías que levantaron cejas, como la supuesta relación del WiFi con el cáncer. Sin embargo, al finalizar su campaña en agosto de 2023, dio su apoyo a Trump, sugiriendo que sus visiones sobre la salud podrían converger en un escenario compartido.

Reformas a la medida de RFK Jr.

El plan de Kennedy en la salud nacional no se limita al flúor, también busca eliminar "toxinas" del suministro de alimentos, reducir la influencia corporativa en agencias sanitarias y limitar la publicidad farmacéutica. Pretende liderar una iniciativa similar a la "Operación Velocidad Warp", enfocada en enfermedades crónicas infantiles, como la obesidad y la diabetes.

La batalla de las vacunas

Aunque asegura que no quiere abolirlas, Kennedy sugiere conexiones entre las vacunas COVID-19 y el autismo, desafiando el consenso científico y causando un verdadero revuelo. Al mando del Fondo para la Defensa de la Salud Infantil, aboga por una revisión exhaustiva de los datos sobre vacunas. Aunque promueve la elección informada, sus puntos de vista no dejan de ser un tema candente.

Un nuevo orden en salud

Kennedy busca reestructurar las agencias sanitarias, apuntando a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) por sus políticas alimentarias. Promete cambios de personal o incluso desmantelamientos completos, pero sin detallar sus planes.

Su potencial rol en una administración Trump sigue rodeado de misterio, pero no oculta su deseo de tener un impacto en el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la FDA y los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).

Juego de poder con Donald Trump

Incluso sin un título oficial, la influencia de Kennedy no debe subestimarse, destacó The Conversation. Trump ha demostrado ser un maestro en el uso de nombramientos temporales para esquivar al Congreso. La asociación de Kennedy con Trump podría aumentar la desinformación, un tema que ya ha causado polémica con tratamientos COVID-19 cuestionables, como la hidroxicloroquina.

Kennedy y Trump usan la ciencia como bandera para sus ideas, prometiendo purgar la corrupción en agencias sanitarias. Los críticos temen que esta retórica pueda debilitar sistemas que protegen al público de tratamientos no comprobados.

Impacto más allá de las fronteras

La influencia de Kennedy podría tener repercusiones internacionales. En 2019, un incidente en Samoa, donde su grupo vinculó erróneamente vacunas con muertes infantiles, desató una epidemia de sarampión. Esto resalta el riesgo global de la desinformación.

La Operación Warp Speed de Trump mostró la capacidad de liderazgo estadounidense en crisis sanitarias. Sin embargo, una colaboración con Kennedy podría complicar la gestión de futuras pandemias.

¿Qué tan realista es el control de Kennedy?

A pesar de los planes de Kennedy, enfrentará obstáculos legales significativos. Lawrence O. Gostin, de Georgetown, destacó en conversación con Forbes que las decisiones de vacunas dependen de los estados, no del presidente. Intentos de eliminar una vacuna podrían enfrentar desafíos judiciales. Sin embargo, los nombramientos estratégicos en los CDC y sus paneles asesores podrían, eventualmente, alterar el enfoque político en vacunación.

Jennifer Kates, de KFF, explica que la remodelación del personal de agencias no necesita aprobación del Congreso, permitiendo ajustes políticos. Cambios podrían llevar a roles clave a personas que comparten el escepticismo de Kennedy sobre vacunas.

Las opiniones de Kennedy a menudo enfrentan escepticismo y crítica. Sus afirmaciones sobre vacunas y comparaciones históricas han sido desacreditadas. La falta de formación médica formal añade un nivel extra de escrutinio a sus ideas.

Mientras el mundo observa el desarrollo de la política sanitaria de Trump con Kennedy, las miradas se centran en las posibles consecuencias para la salud pública. Un cambio significativo representa un periodo delicado para los esfuerzos sanitarios nacionales e internacionales.