La epidemia de sobredosis en Estados Unidos enfrenta una nueva y peligrosa amenaza con el resurgimiento de un opioide sintético llamado carfentanilo. Este compuesto, diseñado originalmente para tranquilizar animales grandes, es 10.000 veces más potente que la morfina y 100 veces más fuerte que el fentanilo. Su potencial destructivo y su repentino regreso encendieron las alarmas entre las autoridades sanitarias, que advierten sobre su impacto mortal.
Un aumento alarmante en las muertes
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) identificaron un preocupante aumento en las muertes relacionadas con carfentanilo. Entre enero y junio de 2023, 29 personas perdieron la vida a causa de este opioide. Sin embargo, este número explotó a 238 casos en el mismo periodo de 2024, marcando un incremento de más de 700%. La cifra total para la primera mitad de 2024 representa una crisis de salud pública que no muestra señales de desacelerar.
El número de sobredosis fatales atribuidas a este opioide superó incluso la tasa ya grave asociada con los otros fentanilos ilegalmente fabricados (IMFs), que protagonizaron el 70% de las muertes por sobredosis en 2024.
¿Qué hace al carfentanilo tan peligroso?
La inmensa potencia de esta droga lo convierte en uno de los compuestos más mortales en el mercado ilegal. Sólo 2 miligramos de carfentanilo, una cantidad que cabe en la punta de un bolígrafo, pueden matar hasta 50 personas. Al inhalarse o al estar presente en mezclas con otras sustancias, como heroína, cocaína o benzodiazepinas, este opioide transforma una dosis aparentemente normal en una sentencia de muerte.
El doctor Chris Tuell, director de servicios de adicción en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati, destacó otro factor preocupante. Según él, muchas personas desconocen que consumen carfentanilo, ya que a menudo se combina con otras drogas o adopta la apariencia de píldoras recetadas. Esto aumenta el riesgo de una sobredosis accidental, ya que los consumidores no pueden prever su potencia mortal.
¿Por qué resurgió ahora?
El carfentanil apareció por primera vez en brotes masivos de sobredosis en 2016. Sin embargo, pareció desaparecer hasta su resurgimiento explosivo ahora. Las autoridades lo atribuyen a su alta rentabilidad y fácil producción, ya que fabricantes ilegales logran crear miles de dosis con una mínima cantidad. A diferencia de la heroína, que depende de cultivos de amapola, el carfentanilo es completamente sintético y no requiere de procesos agrícolas, lo que facilita su fabricación. Su altísima rentabilidad también juega un papel clave, ya que pequeñas cantidades generan enormes ganancias para los traficantes.
"Un gramo puede producir miles de dosis, lo que hace que su comercialización sea extremadamente lucrativa",
comentó Tuell a Fox News.
Impacto en Estados Unidos y posibles medidas
Aunque las muertes por sobredosis comenzaron a disminuir en 2023, el resurgimiento de este opioide amenaza con revertir ese progreso. Los CDC llamaron a reforzar la vigilancia sobre este opioide y otras drogas aún más potentes, como algunos análogos de nitazeno. También sugirió mejorar el acceso a tratamientos para desórdenes por uso de sustancias, distribuir herramientas de reducción de riesgos y evitar que nuevas personas prueben estas drogas.
Además, los expertos alertaron que, en casos de sobredosis por carfentanilo, se podría requerir mayor rapidez en las respuestas médicas y dosis más altas de naloxona, el medicamento usado para contrarrestar los efectos de una sobredosis.
Prevención y educación, claves contra la crisis
Los CDC solicitaron un monitoreo riguroso sobre el carfentanil y otros opioides de alta potencia, incluidos algunos análogos de nitazenos. Además, pidieron la implementación de esfuerzos preventivos enfocados en los fentanilos fabricados ilegalmente. Estas medidas incluyen la distribución de herramientas de reducción de riesgos, el aumento en el acceso al tratamiento y las campañas para prevenir el inicio en el consumo de drogas, destacó The Economic Times.
La distribución de naloxona, un antídoto para sobredosis, se considera vital en esta lucha. No obstante, los altos niveles de potencia como los que presenta el carfentanil requieren inyecciones más rápidas y en cantidades mayores para salvar vidas.
Los especialistas coinciden en que la prevención comienza en casa. "Padres y adultos deben hablar abiertamente sobre los peligros de estos opioides sintéticos", afirmó Tuell. Según él, educar a los jóvenes sobre los riesgos, monitorear sus actividades en línea y estar atentos a cambios en su conducta pueden marcar la diferencia.
También resulta fundamental abordar problemas de salud mental, ya que el 84% de las personas con desórdenes de uso de sustancias enfrentan problemas emocionales relacionados. "Un apoyo psicológico temprano podría prevenir el desarrollo de una dependencia", aseguró Tuell.
El aumento incontrolado de muertes por carfentanil destaca la necesidad de acción inmediata. No solo se requiere más vigilancia en su distribución, sino también programas educativos que empoderen a comunidades y protejan a los más vulnerables. Mientras las autoridades luchan por frenar esta crisis, las familias, escuelas y líderes comunitarios deben unir esfuerzos para prevenir tragedias innecesarias.