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El trasplante de Annabel

En enero de 2023, Annabel empezó a quejarse de fatiga, dolor abdominal, pérdida de apetito y malestar general. Llevaba un tiempo sintiendo estos síntomas de forma intermitente, pero era reacia a buscar atención médica, ya que estaba acostumbrada a cuidar de los demás y no de sí misma

Hoy, Annabel está excepcionalmente bien. Ha vuelto al trabajo y vive la vida al máximo. Su resistencia y su actitud positiva siguen inspirando a todos los que la rodean. | Foto: cortesía.

En enero de 2023, Annabel empezó a quejarse de fatiga, dolor abdominal, pérdida de apetito y malestar general. Llevaba un tiempo sintiendo estos síntomas de forma intermitente, pero era reacia a buscar atención médica, ya que estaba acostumbrada a cuidar de los demás y no de sí misma.

Su hijo, Pedro, la llevó a la sala de urgencias del hospital para que la examinaran, aunque ella pensaba que no era nada grave. Recibieron la desafortunada noticia de que sufría una insuficiencia hepática. Un gastroenterólogo les aconsejó que se pusieran en contacto con un centro de trasplantes lo antes posible, ya que un trasplante de hígado era la única cura.

Pedro le hizo a Annabel una cita en el Centro Integral de Trasplantes de Johns Hopkins para una evaluación. Todos los miembros del equipo de Hopkins la apoyaron y mostraron verdadera preocupación.

Lamentablemente, Annabel fue hospitalizada en junio de 2023 con varios coágulos de sangre en las venas principales, junto con otros problemas relacionados con la insuficiencia hepática. Un mes después, Annabel recibió un trasplante de órganos que le salvó la vida justo a tiempo, ya que su estado se estaba deteriorando rápidamente. Una semana después de la operación, recibió el alta para continuar su recuperación en casa.

Pedro y su esposo, Géraud, se encargaron del cuidado de Annabel. La llevaban y recogían de sus citas, se aseguraban de que tomara su medicación diaria y la animaban a caminar. "Como cuidador, ver a mi madre en este proceso fue a la vez un reto y una recompensa. Su fuerza y determinación me inspiraban cada día. Estoy muy agradecido a todo el personal del Centro Integral de Trasplantes de Johns Hopkins por su increíble apoyo y atención. Ahora soy voluntario de Legado Infinito para animar a la gente a registrarse como donante de órganos para que otros tengan la misma posibilidad de una segunda oportunidad en la vida", compartió Pedro.

Hoy, Annabel está excepcionalmente bien. Ha vuelto al trabajo y vive la vida al máximo. Su resistencia y su actitud positiva siguen inspirando a todos los que la rodean. "Recibir un trasplante de hígado ha sido el mejor regalo. He vuelto a disfrutar de la vida, a trabajar y a pasar tiempo con mi familia. Estoy eternamente agradecida a mi donante de órganos y al increíble equipo médico que lo hizo posible", dijo Annabel.

La conexión de Annabel con la donación de órganos va más allá de su trasplante de hígado, ya que su ahijado, que falleció cuando era adolescente tras un accidente, donó sus órganos, tejidos y córneas. Ha sido una firme defensora de la donación de órganos incluso antes de necesitar su propio trasplante.

Sea parte del milagro. Regístrese hoy mismo en DoneVida.org para salvar vidas como donante de órganos y tejidos.

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