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El asesinato del CEO de UnitedHealthcare pone el foco en la crisis de las aseguradoras

El 18% de los adultos asegurados enfrenta al menos una negación de cobertura cada año.

Mientras unos condenaron el ataque, otros lo aplaudieron como un “ajuste de cuentas”. | Foto: EFE/EPA/CAMERON CROSTON.

El asesinato de Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare - una de las aseguradoras más grandes de Estados Unidos - marcó un punto de quiebre en la forma en que la ciudadanía debate sobre el acceso a la salud. Este trágico hecho no solo dejó un vacío en las oficinas de la aseguradora, sino que destapó una ola de críticas, relatos amargos e incluso reacciones de burla en redes sociales, poniendo en la mira la relación disfuncional entre las aseguradoras y millones de usuarios desesperados por un acceso digno a la salud.

Reacciones virales y polarización al caso UnitedHealthcare

Las redes sociales explotaron poco después de conocerse el homicidio. Mientras unos condenaron el ataque, otros lo aplaudieron como un “ajuste de cuentas”. En una publicación en Facebook donde UnitedHealth Group, empresa matriz de UnitedHealthcare, expresaba su pesar por la muerte de Thompson, el 92% de las reacciones fueron emojis de risa o comentarios sarcásticos.

En plataformas como X (anteriormente Twitter), los usuarios no escatimaron en compartir historias de frustración con las aseguradoras. CNN reseñó que una mujer relató que Unitedhealthcare negó una cirugía necesaria para tratar el cáncer de su madre apenas 2 días antes de que ocurriera el procedimiento. “¿Es una emergencia?”, le preguntaron, como si el mismo cáncer pudiera esperar. Su relato acumuló más de 70.000 “me gusta” y desató una cascada de testimonios igualmente desgarradores.

Aunque no todas estas historias pueden verificarse, resuenan como un eco colectivo de una experiencia compartida por millones en el país. Según un informe que publicó KFF en 2023, el 18% de los adultos asegurados enfrenta al menos una negación de cobertura cada año. La frustración no es nueva, pero en este caso, el asesinato de Thompson actuó como un catalizador para que muchas personas expresaran públicamente su ira y su agotamiento emocional.

¿Héroe o villano? El bandolerismo social en acción

El sociólogo Joshua Zeitz explicó en un artículo de Político que esta reacción masiva puede entenderse desde la perspectiva de “bandolerismo social”. Este concepto, acuñado por el historiador Eric Hobsbawm, ocurre cuando figuras que desafían estructuras de poder, incluso de manera violenta, son percibidas por algunos como representantes de la resistencia.

"Cuando las personas pierden fe en las instituciones, ven en actos extremos una forma de justicia que el sistema no les ofrece",

dijo Zeitz.

Aunque el acto de Luigi Mangione, el presunto atacante, fue criminal, para algunos simbolizó una lucha contra las corporaciones que muchos sienten que les fallaron repetidamente. Este fenómeno, aunque inquietante, revela una desconexión alarmante entre las grandes corporaciones y las personas que dicen servir.

Sin embargo, mientras algunos intentan enmarcar las acciones de Mangione como un “golpe simbólico” a la codicia de las aseguradoras, expertos como James Alan Fox, criminólogo de Northeastern University, advierten sobre romantizar un crimen.

“Esto no es Robin Hood. Es violencia, punto. Pero no se puede ignorar el malestar social que causaron las prácticas de estas corporaciones”,

afirmó.

Un sistema en crisis

La industria de seguros de salud en Estados Unidos genera $1.3 billones anuales y asegura a más de 294 millones de personas. UnitedHealthcare, como líder de este sector, cuenta con 49 millones de miembros solo en el país. Sin embargo, enfrenta críticas constantes por sus políticas de negaciones de reclamos y aprobación previa de tratamientos.

El 8% de la población aún carece de seguro médico, y el 23% está subasegurada, es decir, no puede afrontar los costos aún teniendo cobertura. 

Además, un informe de KFF en 2023, reveló que UnitedHealthcare duplicó entre 2020 y 2022 las tasas de negaciones de atención a pacientes de su programa Medicare Advantage. Esto mientras utilizaba inteligencia artificial para tomar decisiones automatizadas, lo que permitió un "filtrado" más eficiente de reclamos, pero también dejó a muchos pacientes en situaciones desesperadas.

Las historias detrás de estas cifras son alarmantes. Un estudiante universitario con un serio diagnóstico acumuló una deuda médica de $800.000 debido a la supuesta negligencia de la aseguradora para cubrir sus medicamentos. Otro informe de ProPublica describió cómo un caso similar reveló los extremos a los que estas corporaciones llegan para rechazar reclamos, incluso ocultando información clave.

Consecuencias más allá de lo económico

Las negaciones de cobertura tienen un impacto devastador no solo en el bolsillo, sino también en la salud mental y física de los afectados. Según un estudio de The Commonwealth Fund, el 80% de los asegurados que enfrentan demoras o rechazos experimenta altos niveles de ansiedad y estrés.

Sara Collins, especialista en políticas de salud, explicó que “retrasar un tratamiento recomendado genera incertidumbre. Añades una carga emocional a alguien que ya enfrenta una crisis sanitaria”. Este estrés no afecta únicamente a los pacientes, también las familias se ven arrastradas en un torbellino emocional y financiero.

Pero hay más, los retrasos por decisiones burocráticas llevaron al 23% de los pacientes a posponer tratamientos urgentes, según datos de KFF. Estas demoras tienen repercusiones graves en el bienestar de los pacientes y aumentan la carga de trabajo para el personal médico, quienes a menudo pasan horas apelando estas decisiones.

¿Qué falla en el sistema?

El sistema de seguros actual genera una paradoja. Estados Unidos destina un sexto de su producto interno bruto (PIB) a la atención de la salud, pero carece de accesibilidad y eficiencia. Procesos como el de “aprobación previa” complican la obtención de medicamentos, mientras que las tasas de apelación contra las negaciones, aunque efectivas en el 50% de los casos, son subutilizadas. Según Commonwealth Fund, el 45% de los pacientes ni siquiera sabe que puede apelar una decisión.

Y mientras médicos invierten horas tratando de combatir las negativas, se desliga la atención de otros pacientes. Esto crea un sistema saturado e ineficiente que responde más a las cifras de una hoja de balance que al bienestar de quienes lo necesitan.

La tragedia de Brian Thompson actúa como un catalizador para reflexionar sobre temas más amplios que el crimen en sí. Mientras las aseguradoras juegan un papel crucial en el cuidado de la salud, las fallas en sus sistemas afectan la vida de millones de personas y erosionan la confianza en estas instituciones.

El descontento social visible en este caso resalta una brecha entre quienes dependen de este sistema para sobrevivir y quienes lo operan. Aunque algunas reformas intentaron abordar estas preocupaciones, todavía queda un largo camino para garantizar un acceso justo, rápido y humano a los servicios médicos. La muerte de Thompson no solo deja un legado de dudas y enojo, sino también una oportunidad para repensar cómo Estados Unidos aborda la salud pública en el siglo XXI.

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