En pleno invierno, las enfermedades respiratorias andan haciendo de las suyas en Estados Unidos. La gripe, el COVID-19 y el virus respiratorio sincitial (VRS) acaparan protagonismo, saturan hospitales y traen de cabeza a pacientes y médicos por igual. Aunque este panorama preocupa, no todo está perdido. Con prevención y acción, podemos darle un giro a la historia.
Gripe, la reina de los males esta temporada
La gripe lleva la batuta este invierno. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se registraron al menos 5.3 millones de casos, 63.,000 hospitalizaciones y 2.700 muertes hasta el momento. De estas, 11 son niños. ¿Lo curioso? No existe una cepa predominante entre los culpables de tantos contagios. Jason Newland, especialista en enfermedades infecciosas, destacó que la gripe alcanzó niveles similares a los picos de otras temporadas, según reportó VOA News.
Entre el 21 y el 28 de diciembre, el porcentaje de pruebas positivas de gripe pasó de 12 % a 18.7 %. Regiones como el sur y el oeste lideraron los niveles más altos de esta amenaza. Las cifras no mienten y evidencian que este virus sigue ganando terreno.
COVID-19 se suma, pero con menos fuerza
El COVID-19 sumó complicaciones al escenario respiratorio. Aunque las hospitalizaciones generales parecen ser menores que el 2023, la positividad de las pruebas aumentó levemente en diciembre. Expertos en salud temen que este virus, aunque menos explosivo, mantenga la atención médica ocupada durante semanas, especialmente entre los no vacunados y las personas con sistemas inmunológicos vulnerables.
The Guardian confirmó que menos de la mitad de los estadounidenses consideraron vacunarse contra el COVID-19 en 2024. Este desinterés, junto con la baja cobertura de otras vacunas, alarma por su potencial impacto en los grupos más vulnerables.
El VRS pone a correr a las familias
El virus respiratorio sincitial, conocido como RSV, tampoco vino a jugar. Sus mayores víctimas son los niños pequeños y los ancianos, aunque cualquiera puede sufrir por este villano invernal. Los hospitales no paran de recibir casos graves y las áreas de urgencias en muchas regiones siguen llenas. Aunque existe una vacuna para adultos mayores, la baja aceptación dejó a este grupo más expuesto.
Los CDC recomendaron esta inmunización para bebés, así como para las personas mayores de 60 años, resaltando que es una sola dosis y no un compromiso anual.
¿Por qué las vacunas son tan importantes?
Hablando de vacunas, este es el talón de Aquiles de los estadounidenses esta temporada. Apenas un poco más de la mitad de la población consideró vacunarse contra la gripe. A esto se suma que, hay vacunas disponibles contra el COVID-19 y el RSV, pero la gente sigue sin aprovecharlas.
Los expertos remarcan que estas inmunizaciones no solo protegen a quienes las reciben. También ayudan a reducir la carga en los hospitales y previenen complicaciones graves para quienes tienen menos defensas. La fórmula es simple: prevenir es mejor que curar.
Consejos de los CDC para protegerte
Además de recurrir a las vacunas, los CDC dieron una lista de acciones básicas para mantener a raya los virus respiratorios. Aquí te dejamos los mejores tips para sobrevivir este invierno sin ser una estadística más:
- Lávate las manos con agua y jabón, y hazlo seguido. Si vas en transporte público o a lugares concurridos, más vale ser exagerado.
- Evita tocar ojos, nariz y boca. Sabemos que es tentador, pero es una puerta de entrada para los virus.
- Limpiar frecuentemente superficies que tocas a menudo, como celulares, mesas y manijas, es otro paso clave.
- Mantén tu distancia de personas enfermas. Mejor prevenir que lamentar.
- Busca atención médica rápidamente si notas dificultad para respirar o síntomas más graves.
Aunque el aumento de casos de gripe, COVID-19 y RSV sigue complicando las cosas, las medidas para protegernos están al alcance de todos. Este invierno no tiene que ser de pesadilla si tomamos decisiones inteligentes y mantenemos ciertas precauciones. Dale prioridad a tu salud y a la de quienes te rodean. Eso sí, no subestimes a estos virus; un poco de prevención puede marcar la diferencia.
