El uso de monitores continuos de glucosa (CGMs) explotó en popularidad, ya no solo entre quienes viven con diabetes, sino también entre personas sanas que buscan entender mejor cómo responde su cuerpo a la alimentación, el ejercicio y el estrés. Pero, ¿qué tan necesarios son en realidad? Aquí te explicamos sus beneficios, las controversias a su alrededor y los hallazgos más recientes de la ciencia.
La expansión de los CGMs
Originalmente diseñados para ayudar a personas con diabetes a gestionar sus niveles de azúcar en sangre, los CGMs se volvieron más accesibles gracias a su venta sin receta. En plataformas como Reddit, muchas personas comparten cómo el monitoreo les ayudó a ajustar su estilo de vida. Por ejemplo, usuarios comentan que identificar picos de glucosa tras ciertas comidas les permitió realizar ajustes en su dieta. Según BBC News, dos nuevos modelos recibieron aprobación de la FDA en 2024 para uso no médico en 2024, lo que marcó un gran avance en su comercialización.
Una usuaria, Shannon Sackley, destacó que gracias al uso de un CGM eliminó alimentos “saludables” como barras de proteína que disparaban de forma alarmante su nivel de azúcar. Según ella, esto no solo mejoró su energía, sino también la calidad de su sueño.
¿Cómo funcionan los monitores de glucosa?
- Los CGMs se adhieren al brazo y miden el azúcar en el líquido intersticial alrededor de las células, enviando lecturas constantes a una app integrada.
- Permiten conocer cómo alimentos, estrés o actividades como ejercicio afectan el nivel de glucosa.
- Algunas marcas incluso ofrecen recomendaciones personalizadas basadas en los registros.
Beneficios potenciales de los monitores de glucosa
Además de ser herramientas prácticas, los CGMs prometen varios beneficios que podrían mejorar la salud, incluso en personas sin diabetes.
- Identificar alimentos problemáticos: saber qué comidas elevan más la glucosa ayuda a evitarlas o moderarlas.
- Ajustar horarios de caminatas: estudios citados por WebMD demuestran que caminar 15 minutos después de comer puede mantener estable el azúcar por tres horas.
- Mejorar el descanso: controlar los niveles de glucosa antes de dormir podría optimizar la calidad de sueño, lo cual impacta la energía al día siguiente.
El doctor Michael Snyder, de la Universidad de Stanford, afirmó en un estudio que muchas personas sanas experimentan disrupciones glucémicas ocultas, comparables a las de personas con prediabetes. Esto significa que, aunque te consideres saludable, un CGM podría revelarte cómo tu cuerpo maneja el azúcar en sangre.
Riesgos y limitaciones
- Pocos datos concluyentes: aún no existe evidencia científica sólida que respalde que el uso de CGMs en personas sanas prevenga enfermedades a largo plazo. La doctora Nicola Guess asegura que los picos normales de glucosa tras una comida no representan un peligro y no ameritan intervención drástica.
- Costos elevados: suscripciones como las de Nutrisense alcanzan los $300 al mes, lo que podría ser inasequible para muchos.
- Obsesión con métricas: algunos usuarios podrían enfocarse excesivamente en resultados, creando un estrés innecesario o fomentando hábitos poco saludables como evitar frutas por temor a picos normales.
Además, la médico Kaberi Dasgupta advirtió a The Guardian que separar estos dispositivos de contextos médicos puede llevar a interpretaciones erróneas de los datos, especialmente si no se consideran factores externos como el estrés o la deshidratación.
¿Es el CGM para ti?
Antes de adquirir un CGM, evalúa si realmente lo necesitas. Aunque el monitoreo puede ser útil para quienes buscan entender mejor su metabolismo, no debe reemplazar los pilares fundamentales de una vida sana.
- Mantén una alimentación equilibrada rica en fibras y proteínas.
- Incorpora actividad física regular.
- Prioriza un buen descanso para evitar desbalances hormonales.
En lugar de obsesionarte con gráficos y lecturas, usa estos dispositivos como herramientas complementarias, no como el eje de tu salud. Al final, la clave está en decisiones diarias simples pero consistentes.