La National Women’s Soccer League (NWSL) sacudió el tablero para hacer frente a su pasado más oscuro. Con un acuerdo histórico, aceptó pagar $5 millones para compensar a las jugadoras que vivieron abuso emocional, verbal y sexual en la liga. Este movimiento no solo busca reparar el daño, también reivindica el fútbol femenino con reformas que prometen marcar un antes y un después.
El escándalo que sacó los trapos sucios
En 2021, jugadoras valientes alzaron la voz, levantaron alfombras y dejaron al descubierto una cultura de abuso escondida por más de una década. Entrenadores que se sentían intocables y clubes que miraban hacia otro lado fueron parte de un sistema que colapsó tras investigaciones como la liderada por Sally Yates, que reveló un patrón tóxico en la mayoría de los clubes.
Entre los señalados resaltaron casos de coerción sexual, racismo y maltrato emocional. Las alarmas sonaron fuerte, y cinco equipos limpiaron sus filas al despedir a quienes estuvieran involucrados, según datos de The Guardian.
Las nuevas reglas de juego
El acuerdo firmado entre la liga y las fiscalías de Nueva York, Illinois y Washington DC, no dejó espacio para excusas. La NWSL deberá implementar reformas implacables para blindar la seguridad de sus jugadoras. Entre los cambios:
- Entrenadores y directivos deberán superar filtros estrictos de antecedentes.
- Las jugadoras tendrán canales seguros para denunciar abusos sin represalias.
- Cada equipo incluirá a dos profesionales de salud mental de forma obligatoria.
- Los entrenadores ya no decidirán sobre casas ni salud médica de las jugadoras.
"No toleraremos nunca más una cultura de abuso. Las jugadoras tienen derecho a un entorno seguro y justo”, declaró la fiscal general de Nueva York, Letitia James, en un comunicado recogido por BBC Sport.
The attorneys general of New York, Illinois and Washington D.C. announced a settlement with the NWSL & NWSLPA today.
— Attacking Third (@AttackingThird) February 5, 2025
In the wake of a joint investigation that found systemic harassment and misconduct across the league, the NWSL will create a $5M fund to benefit the affected… pic.twitter.com/xqMg8166dw
¿Y si incumplen? Nada barato
La NWSL enfrenta multas de hasta $2 millones si no cumple alguna de las nuevas reglas. Además, el fondo de compensación estará supervisado por la exjueza federal Barbara Jones, quien deberá garantizar que las afectadas reciban justicia.
Jessica Berman, actual comisionada de la NWSL, dejó claro que este acuerdo no es un lavado de cara superficial. "Estamos aquí para ganar la confianza de nuestras jugadoras y restaurar el orgullo en esta liga", subrayó en declaraciones a USA Today.
El costo emocional detrás de los dólares
El fondo no podrá borrar el daño, pero al menos intenta abrir un camino de sanación. El fiscal Brian Schwalb enfatizó lo irreparables que resultaron los traumas. "Ninguna cantidad de dinero hará desaparecer el dolor, pero esto es un paso hacia la justicia", comentó.
El paquete de apoyo incluye la contratación de especialistas en salud mental para atender secuelas de las afectadas. Este enfoque busca no solo compensar económicamente, sino también sanar emocionalmente a quienes sobrevivieron la tormenta.
La revolución en la NWSL tras el abuso
El fútbol femenino en Estados Unidos demostró que no estaba dispuesto a guardar silencio. Desde el destape en 2021, la NWSL se enfrentó a una ola de inestabilidad, pero logró mejoras marcadas, incluida la negociación de un acuerdo laboral colectivo en 2023.
Sin embargo, persistieron problemas. USA Today destacó las recientes demandas por un ambiente laboral hostil en algunas franquicias, como el San Diego Wave. Aun así, este acuerdo pone presión para que todos los clubes suban el nivel o enfrenten las consecuencias.
"El éxito no es una meta. Es un proceso constante, y este acuerdo lo deja claro”, afirmó Meghann Burke, representante de la Asociación Nacional de Jugadoras.
Justicia para jugadoras, nuevo estándar global
El eco de este acuerdo podría retumbar en ligas de todo el mundo. Forzar a una liga como la NWSL a cumplir estándares de seguridad tan estrictos representa un golpe de autoridad. Reformas como estas abren paso a un movimiento que podría desplazar al machismo enterrado en otros deportes. Aplicar medidas de este calibre no solo protege a las jugadoras actuales, también sienta las bases para el futuro de la próxima generación de futbolistas.
El reloj sigue corriendo, y la NWSL enfrenta un reto doble. Por un lado, debe mantener su compromiso de no repetir los errores que llevaron al desastre. Por otro, tiene que recuperar el corazón tanto de las jugadoras como de los aficionados. Con millones de dólares como garantía de cambio, la NWSL fijó un nuevo estándar. Este acuerdo no solo cierra una etapa de abusos; también abre un capítulo de resistencia, justicia y esperanza.