La Iglesia Católica hizo historia este mayo de 2025 al elegir al primer papa nacido en Estados Unidos. Se trata del cardenal Robert Prevost, oriundo de Chicago, quien ahora lleva el nombre de Leo XIV. A sus 69 años, Prevost suma décadas de servicio, incluyendo una larga etapa como misionero en Perú y su papel reciente como prefecto del Dicasterio para los Obispos en el Vaticano.
La noticia sacudió a muchos fieles, sobre todo en el área metropolitana de Washington, DC. “Muy sorprendido, pero rápidamente pasé de la sorpresa a la alegría”, confesó el arzobispo de Baltimore, William Lori, en declaraciones recogidas por WTOP News.
“Es un hombre de profunda inteligencia y buen oyente”.
Las campanas repicaron en D.C.
Apenas se anunció el nombre de Leo XIV desde el balcón del Vaticano, las campanas comenzaron a sonar en la Universidad Católica de América. Estudiantes, profesores y visitantes celebraron entre lágrimas, abrazos y selfies. El padre Douglas Hunter, que acompañaba a un grupo de adolescentes de Indianápolis, lo describió como “un momento hermoso para la iglesia estadounidense local y también para la iglesia internacional”.
Una de las estudiantes presentes, Faith Dickerson, quien cursa su último año en esa universidad de DC, resaltó la mezcla cultural del nuevo papa. “Sus padres son italianos y franceses, y vivió en Perú durante mucho tiempo. Estoy muy emocionada por ver qué traerá con esa perspectiva multicultural”, dijo a WTOP mientras sonreía entre los vítores.
Sorpresa y orgullo en la región
La comunidad católica del área también reaccionó con entusiasmo ante el nombramiento. El obispo Michael Burbidge, de la Diócesis Católica de Arlington, reconoció que la elección lo tomó desprevenido. “Me sorprendió, pero me llenó de alegría saber que nuestro país, por la gracia de Dios, ofrece a la iglesia universal y al mundo un pastor santo, fiel, inteligente y accesible”, afirmó.
En iglesias como la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, en el noreste de DC, sacerdotes organizaron misas especiales y oraciones por el nuevo pontífice. Varios asistentes comentaron que nunca imaginaron ver a un estadounidense en ese rol, y mucho menos alguien tan cercano a América Latina.
Un papa con mirada global
Aunque nació en el corazón de Estados Unidos, Leo XIV lleva décadas involucrado en comunidades fuera del país. Durante años trabajó en Perú como misionero agustino, aprendió español y convivió con pueblos rurales. Luego, en el Vaticano, ocupó puestos clave en la selección de obispos para el mundo entero.
Su perfil, según explicó el San Francisco Chronicle, combina tradición y apertura. Se espera que continúe la línea pastoral de su antecesor, el Papa Francisco, con foco en la justicia social, la lucha contra los abusos y la cercanía con los fieles.
Una nueva etapa para la Iglesia… y para D.C.
La presencia del Papa Leo XIV ya genera expectativas en la capital estadounidense. Para muchos católicos jóvenes que estudian o trabajan en la ciudad, representa una renovación. “Me inspira ver a alguien que entiende tanto a los pueblos latinoamericanos como al catolicismo de aquí”, comentó Isabel Ramírez, feligresa de la parroquia St. Anthony en Brookland, durante una vigilia espontánea en honor al nuevo papa.
El padre Hunter lo resumió bien al decir: “Estos estudiantes presenciaron historia”. Y esa historia, al parecer, apenas comienza.