El recientemente tumultuoso Banco de Londres, fundado por Anthony Watson, un destacado donante laborista, se encuentra en el ojo del huracán tras atraer la lupa de la Autoridad de Regulación Prudencial (PRA) del Reino Unido. Según el informe original, el banco está siendo investigado por "asuntos históricos" después de un año de caos que lo dejó buscando desesperadamente liquidez. La entidad se enfrenta a una serie de revisiones debido a fallos pasados, como informes incompletos, lo que ha generado preocupación sobre su capacidad para operar de manera sostenible.
El éxodo de la junta directiva
El caos en la dirección del Banco de Londres se intensificó con la renuncia de figuras claves como Watson en septiembre pasado, seguido por Lord Mandelson y Harvey Schwartz en octubre. La salida repentina de estos líderes coincidió con la llegada de una petición de liquidación sorpresa del HMRC en septiembre de 2024, lo cual la entidad atribuyó a un "simple retraso administrativo". Esta petición, sin embargo, fue retirada posteriormente. No obstante, esta serie de eventos ha puesto en evidencia las grietas en la estructura administrativa del banco.
El resurgimiento con nueva financiación y liderazgo
A pesar de los desafíos, el Banco de Londres ha comenzado a trazar su camino hacia la recuperación. Con la designación de Christopher Horne, ex director de Credit Suisse, como nuevo líder, el banco espera restaurar la confianza. Además, ha asegurado financiamiento por £57 millones de su principal inversor, Mangrove Capital, para reforzar sus operaciones. Esta inyección de capital es crucial para enfrentar las preocupaciones planteadas por los auditores EY sobre la viabilidad del banco como entidad en funcionamiento.
Problemas financieros y auditorías minuciosas
Las últimas cuentas presentadas, aunque con un retraso de siete meses, revelan un panorama financiero complicado: el banco reportó una pérdida de £12.4 millones para el 2023. EY ha destacado riesgos significativos en los controles financieros del banco, incluyendo ingresos mal contabilizados y registros inadecuados que impiden la verificación precisa de los esquemas de compensación basados en acciones. Estas observaciones subrayan la necesidad de una reestructuración integral para garantizar la estabilidad futura del banco.
Un nuevo comienzo para el Banco de Londres
Con una nueva dirección y una significativa reafirmación de capital, el Banco de Londres está adoptando medidas para fortalecerse. La reestructuración, que ha implicado la salida de más de 100 empleados, busca la transformación completa de la entidad. Un portavoz del banco ha afirmado que bajo esta nueva administración, se ha avanzado hacia una gobernanza más robusta y una vigilancia estratégica mejorada. El enfoque ahora está en convertir estos retos en oportunidades para un futuro más estable.