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Recorte a Medicaid amenaza atención médica de 285,000 personas en DC

Hoy en día, Medicaid financia la atención médica de más de 285,000 residentes del Distrito.

Foto: Pixabay.

El presidente Donald Trump y los republicanos en el Congreso impulsan una ofensiva para recortar Medicaid, el programa que asegura servicios médicos a millones de personas de bajos recursos. En DC, la medida podría tener un impacto significativo, según advirtió la alcaldesa Muriel Bowser esta semana.

DC: en la primera línea del golpe

Washington, DC, tiene una alta tasa de cobertura de Medicaid, y el programa ha ampliado su alcance en los últimos años. Hoy en día, Medicaid financia la atención médica de más de 285,000 residentes del Distrito, incluidos 95,000 bebés y niños, 28,000 adultos mayores y 27,000 personas con discapacidades. Dos tercios de los fondos del programa se destinan a la atención médica infantil, servicios de salud mental, tratamiento de trastornos por uso de sustancias y cuidados a largo plazo para personas mayores, según datos de la ciudad.

Según The Washington Post, el plan republicano podría obligar al gobierno local a recortar servicios esenciales, como atención hospitalaria, salud mental, programas para personas con VIH y apoyo para madres embarazadas.

La alcaldesa Bowser criticó que el Congreso no haya consultado a las ciudades afectadas antes de presentar la propuesta. “Cuando los republicanos dicen que quieren hacer más eficiente Medicaid, en realidad están hablando de cortar servicios críticos”, aseguró Bowser en rueda de prensa.

Más duros que en 2017

El paquete presentado esta semana en el Capitolio propone recortes significativos al presupuesto de Medicaid. Además, impone nuevos requisitos para acceder al programa, como demostrar empleo constante, lo que podría dejar fuera a personas con empleos inestables o cuidadores no remunerados.

Según reportó ABC News, esta versión del plan es más agresiva que el intento fallido de recorte en 2017, que fue bloqueado por el senador John McCain. Esta vez, el liderazgo republicano parece más unido, y el regreso de Trump al centro del escenario electoral le da nuevo impulso a su agenda.

Los legisladores conservadores justifican los cambios argumentando que el programa es insostenible y está roto. El costo anual de Medicaid ha aumentado de aproximadamente $590 mil millones en 2017 a casi $900 mil millones en la actualidad.

“La estrategia es clara: reducir el tamaño del Estado sin importar a quién se lleve por delante”, explicó Joan Alker, directora del Centro de Niños y Familias de la Universidad de Georgetown, en declaraciones recogidas por ABC News.

Demócratas defienden Medicaid con uñas y dientes

En respuesta, varios gobernadores demócratas intensificaron su defensa del programa. Andy Beshear, de Kentucky, declaró que Medicaid “no es un gasto, es una inversión en salud y dignidad”. En su estado, más de 1.5 millones de personas lo usan a diario. Beshear aseguró, según informó NPR, que los requisitos laborales propuestos castigan a quienes ya enfrentan grandes dificultades.

“Muchos trabajan por horas, sin contratos, o cuidan niños o adultos mayores. ¿Dónde encajan en este nuevo plan?”.

El gobernador advirtió que el recorte podría duplicar la carga de los hospitales públicos y agravar problemas como la salud mental y la adicción, que ya afectan duramente a zonas rurales.

¿Y ahora qué?

Con Trump en el poder y el Congreso bajo control republicano, el plan de recortes avanza a toda velocidad. En ciudades como DC, donde Medicaid es un pilar fundamental para cientos de miles de residentes, la presión crece. Bowser pidió al Congreso que “no ignore la realidad en las calles” y prometió seguir luchando por el acceso universal a la salud.

Mientras tanto, el debate sobre Medicaid refleja una lucha más amplia sobre el papel del gobierno en la vida de los ciudadanos. Para los republicanos, el programa representa un gasto descontrolado que necesita reformas urgentes. Para los demócratas, es una inversión esencial en la salud y el bienestar de las comunidades más vulnerables. El desenlace de esta batalla no solo definirá el futuro de Medicaid, sino también el alcance de la red de seguridad social en Estados Unidos.

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