La era del dinero barato podría estar oficialmente enterrada. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, encendió las alarmas este jueves al advertir que los tipos de interés a largo plazo podrían mantenerse elevados por más tiempo del que Wall Street quisiera admitir. Y claro, el Dow Jones y compañía lo escucharon con atención.
En una intervención durante la conferencia de investigación Thomas Laubach en Washington, D.C., Powell fue claro. “Podríamos estar entrando en una era de shocks de oferta más frecuentes y persistentes, un verdadero desafío para la economía y los bancos centrales".
Traducción: prepárense para un futuro menos estable y más caro.
Estas declaraciones se suman a una serie de advertencias recientes del jefe de la Fed, en las que ha dejado claro que los viejos tiempos de tasas cercanas a cero quedaron atrás.
¿Recuerdan la década de 2010 con créditos casi gratis? Eso fue un espejismo, dice Powell. Hoy, el escenario es otro: inflación volátil, guerras comerciales intermitentes y un mundo postpandemia lleno de incertidumbre.
Aunque la inflación parece estar desacelerándose y las expectativas de largo plazo siguen alineadas con el objetivo del 2% de la Fed, Powell fue tajante al decir que no hay razones para pensar que los tipos ultra bajos volverán a ser la norma. “Los tipos reales más altos podrían reflejar la posibilidad de una inflación más volátil,” agregó.
La Fed, que mantiene su tasa de interés de referencia entre el 4.25% y 4.5% desde diciembre de 2024, se encuentra en medio de una revisión de su marco de política monetaria, el primero desde 2020.
En aquel entonces, se adoptó un enfoque de “objetivo de inflación promedio”, que permitía que los precios se calentaran un poco más en pro del empleo. Pero, con el estallido inflacionario post-Covid, esa política quedó hecha trizas.
La narrativa cambió
Ahora, Powell sugiere que es hora de ajustar el lenguaje y ser más claros con el público. Dice que la Fed necesita mejorar su comunicación, sobre todo cuando los shocks se vuelven más frecuentes e impredecibles. “Transmitir la incertidumbre es parte del juego,” apuntó.
¿Y qué hay del factor político? Aunque Powell no mencionó directamente los aranceles de Donald Trump, sí dejó entrever que medidas como esas podrían desacelerar el crecimiento y empujar la inflación. Y aunque los nuevos aranceles están en pausa por una ventana de negociación de 90 días, la Fed no baja la guardia.
¿Cuándo terminará esta revisión de política? Powell se limitó a decir “en los próximos meses”.