Washington, Virginia y Maryland han comenzado a trazar límites al uso de celulares e inteligencia artificial (AI) en las escuelas. Padres, docentes y legisladores debaten hasta dónde deben llegar estas restricciones tecnológicas, que ya transforman el aprendizaje en el DMV. ¿Buscan proteger la concentración y la salud mental de los estudiantes? ¿O arriesgan cerrar la puerta a herramientas útiles? Estas medidas, aunque apoyadas por muchos, también generan dudas sobre su impacto y hasta dónde llegarán las restricciones tecnológicas en la región.
DC quiere aulas sin celulares desde 2025
En Washington, el Concejo analiza una propuesta que limitaría el uso de celulares, relojes inteligentes y consolas portátiles durante el horario escolar. La medida, llamada “Heads Up! Distraction-Free Learning Amendment Act of 2025”, entraría en vigor en el ciclo escolar 2025-2026, si recibe aprobación.
La concejal Brooke Pinto, autora del proyecto, argumentó que los dispositivos ya generan problemas reales: “Los estudiantes necesitan aprender sin distracciones digitales. La tecnología ya interfiere con su atención y su salud mental”, aseguró en enero.
La medida permite llevar dispositivos, pero exige guardarlos en espacios seguros durante el día. Cada escuela definirá las sanciones si un alumno rompe las reglas.
DC busca aulas enfocadas y sin distracciones
Pinto presentó la iniciativa como respuesta directa a los bajos resultados académicos. En 2024, apenas 34% de los estudiantes de DC alcanzó el nivel esperado en Lengua y Literatura, y solo 22.8% lo hizo en Matemáticas, según cifras reveladas por Pinto. Para la concejal, reducir el tiempo frente a pantallas puede mejorar la concentración.
La propuesta también responde a preocupaciones de salud mental. Pinto recordó que el uso excesivo de redes sociales contribuye al estrés, la ansiedad y el bullying.
“El aula necesita más interacción cara a cara y menos dependencia digital”, sostuvo.
Durante una audiencia pública, padres, docentes y expertos respaldaron la iniciativa. Varias voces coincidieron en que limitar los celulares reduce el acoso escolar y mejora el clima en las aulas.
Maryland ya limita el uso de celulares
En Maryland, varios distritos escolares ya aplican restricciones. Algunas escuelas obligan a guardar los celulares al inicio del día y solo permiten su uso cuando una actividad lo exige. Estas políticas también buscan promover habilidades sociales, al incentivar la interacción entre estudiantes sin intermediarios digitales.
Virginia busca regular la inteligencia artificial
Mientras DC apunta a los celulares, Virginia va tras la IA. WTOP reseñó que las Escuelas Públicas del Condado de Loudoun avanzaron con la Política 5430, que regula el uso de IA generativa por parte de estudiantes y docentes. La normativa exige que solo se usen herramientas aprobadas y prohíbe que el personal docente califique o diseñe clases con IA sin supervisión humana.
El comité que lidera la propuesta también incorporó una enmienda que obliga a los estudiantes a explicar cómo usaron IA en sus trabajos. La profesora Andrea Weiskopf pidió reglas claras para todos:
“Está claro que nadie aquí ha vivido cómo un estudiante miente diciendo que no usó IA. Si los maestros deben ser transparentes, los estudiantes también”.
El impacto a largo plazo motiva el análisis constante. El comité a cargo se comprometió a revisar anualmente la normativa, buscando alinearla con los avances tecnológicos.
Baltimore ya se adapta al nuevo mundo digital
En Baltimore, las escuelas apuestan por integrar la IA con propósito. Estudiantes, docentes y administradores ya exploran el uso responsable de herramientas como ChatGPT, siempre bajo supervisión. Las escuelas públicas las incorporan en clase no solo como apoyo académico, sino también como una oportunidad para enseñar ética digital y promover un manejo consciente de la tecnología, según Baltimore Magazine.
“Quiero que mis alumnos aprendan a usar IA de forma ética, no a evitarla por miedo”, expresó una profesora de secundaria. El distrito ofrece talleres para estudiantes y personal docente, y revisa sus políticas constantemente para adaptarse a los cambios.
Estas estrategias buscan un equilibrio entre innovación educativa y responsabilidad, preparando a los alumnos para un mundo cada vez más conectado.
¿Tecnología como aliada o distracción?
Las nuevas políticas del DMV se alinean con una tendencia nacional. Estados como Florida, Indiana y California ya restringen el uso de celulares. En lugares como Lincoln, Nebraska, las escuelas reportaron menos problemas de conducta y mayor atención en clase tras adoptar medidas similares.
En DC, la comunidad tuvo la oportunidad de opinar en una audiencia pública organizada en el edificio John A. Wilson en marzo. Padres, estudiantes y docentes compartieron sus perspectivas sobre la propuesta de Pinto, a la que ya apoyan otros concejales como Phil Mendelson y Anita Bonds.
El debate sigue sin un destino claro. Mientras DC, Virginia y Maryland avanzan con medidas para regular celulares e inteligencia artificial, padres y docentes aún se preguntan cuál es el límite. ¿Ayudan estas reglas a mejorar el aprendizaje o levantan nuevas barreras? Por ahora, el DMV camina una delgada línea entre proteger a los estudiantes y restringir herramientas que también podrían empoderarlos. La tecnología en el aula ya no es una promesa futura: es un desafío urgente que obliga a decidir no solo cómo usarla, sino cuánto control es demasiado.