¿Recuerdan los republicanos las elecciones de mitad de período de 2018? Ese año fue crucial, cuando el conjunto de recortes impositivos orquestado por Trump pretendía ser un aliciente para ganar el favor de los votantes. Sin embargo, el resultado fue una clara derrota para los republicanos. Los demócratas ganaron 40 escaños en la Cámara de Representantes, lo que marcó una de las mayores conquistas desde 1974. Según el informe original, la percepción de favorecer a los ricos fue un lastre difícil de soltar.
Corte de impuestos corporativo y sus consecuencias
La ley fiscal de 2017, también conocida como los recortes de impuestos de Trump, recortó la tasa impositiva corporativa del 35% al 21%. Esto representó una ganancia significativa para las corporaciones, en detrimento de las finanzas federales. A pesar de que la ley redujo impuestos para el 65% de los estadounidenses, el mayor beneficio se concentró en el 20% superior de los ingresos, quienes vieron sus ganancias aumentar un 2.9%. En contraste, el quintil más bajo apenas vio un aumento del 0.4% en sus ingresos después de impuestos.
Impacto en la deuda nacional y respuesta del mercado
La ley de 2017 no solo redistribuyó beneficios, sino que también añadió casi $2 billones a la deuda nacional. Este efecto ha continuado escalando, con la deuda pública alcanzando ahora alrededor del 100% del PIB. Esta realidad ha alertado a agencias como Moody’s, que rebajó la calificación crediticia de EE. UU. el 16 de mayo de 2025, subrayando una creciente incomodidad en el mercado ante el manejo fiscal de los Estados Unidos.
Posible nueva ronda de recortes y sus proyecciones
Los republicanos están barajando un nuevo proyecto de ley de impuestos para 2025 que seguiría beneficiando principalmente a los más adinerados. Según el borrador, los ingresos después de impuestos del quintil más alto incrementarían un 3.7%, mientras que los del más bajo solo un 0.6%. Aunque algunas propuestas de alivios fiscales, como la eliminación del impuesto sobre la renta para propinas y pagos de horas extras, podrían beneficiar a ciertos grupos, también aumentarían considerablemente la deuda nacional.
¿Repetirá el patrón en 2026?
De cara a las elecciones de mitad de período de 2026, Trump y sus aliados parecen confiar en que su estrategia fiscal les concederá victorias. No obstante, la historia de 2018 sugiere que los votantes podrían tener una opinión diferente, especialmente si continúan percibiendo que las políticas fiscales benefician desproporcionadamente a los ricos en detrimento de la mayoría.
A medida que la deuda nacional sigue inflándose y con los posibles recortes a programas como Medicaid, se vislumbra un panorama electoral en el que las lecciones del pasado podrían ser determinantes.