La semana comenzó con un movimiento inesperado en los mercados financieros después de que Moody's anunciara la degradación de la calificación crediticia de Estados Unidos. Según el informe original, esta decisión afectó negativamente a las acciones y provocó nerviosismo entre los inversionistas. Moody's mencionó que el esfuerzo legislativo en curso fue un factor clave para retirar la calificación AAA al gobierno estadounidense, lo que generó una oleada de reacciones políticas.
La respuesta desde la Casa Blanca y el Congreso
A pesar del revuelo en los mercados, la Casa Blanca, a través de su secretaria de prensa Karoline Leavitt, expresó un optimismo contrastante sobre la economía, indicando que el presidente no comparte la evaluación de Moody's. En Capitol Hill, los legisladores continuaron avanzando con un proyecto de ley que, pese a las advertencias de la agencia de calificación, muchos ven como un paso necesario para estabilizar la economía. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, reafirmó su objetivo de aprobar el proyecto antes del receso del Día de los Caídos.
Las proyecciones preocupantes de Moody's
Moody's ha advertido que extender la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017 podría aumentar el déficit en aproximadamente $4 billones en la próxima década. Además, proyectó que la carga de deuda podría alcanzar el 134% del PIB para 2035. Este escenario planteado por la agencia ha generado diversos comentarios, incluido uno del economista de Harvard, Jason Furman, quien destacó que esta degradación difiere de las anteriores debido al control unificado de los republicanos y sus planes fiscales futuros.
El debate sobre las implicaciones fiscales del proyecto de ley
El debate sobre el impacto fiscal del proyecto de ley ha sido intenso. Según la estimación del Comité Conjunto de Impuestos del Congreso, las partes impositivas del proyecto podrían costar más de $3.8 billones si se promulgan, mientras que los análisis del Comité para un Presupuesto Federal Responsable señalan que el proyecto completo podría añadir más de $3.2 billones a la deuda nueva, y potencialmente más de $5.2 billones si se extienden los recortes temporales.
Reacciones desde el Partido Republicano
Dentro del Partido Republicano también ha habido respuestas ante la rebaja de Moody's. El representante republicano de Tennessee, Mark Green, lo describió como una "llamada de atención", mientras que la influyente facción del House Freedom Caucus presiona por un mayor ajuste del proyecto, argumentando que aún no alcanza lo necesario para el momento actual. A medida que se acerca el jueves, la expectativa sobre el resultado de las votaciones en la Cámara aumenta, en un intento por alcanzar un acuerdo antes del receso legislativo.