La historia de 23andMe, famosa por su innovador enfoque en el análisis de ADN, ha dado un giro inesperado. Este lunes, la empresa acordó ser adquirida por Regeneron por $256 millones, una cifra que contrasta enormemente con la valoración máxima de $6 mil millones que alcanzó en 2021. Según el informe original, esta compra surge tras una subasta de bancarrota en la cual Regeneron resultó ser el postor vencedor.
Regeneron toma las riendas
Basada en Tarrytown, N.Y., Regeneron tendrá ahora la tarea de mantener el negocio de pruebas de ADN que 23andMe ha desarrollado, el cual incluye una robusta base de datos con aproximadamente 15 millones de muestras de ADN. La compañía ha asegurado que respetará la política de privacidad de 23andMe, que será revisada por un ombudsman designado por el tribunal. Esto busca garantizar el cumplimiento de estándares de privacidad en un mundo cada vez más preocupado por la gestión de datos personales.
Participación empresarial y decisiones financieras
En el pasado, 23andMe realizó movimientos financieros significativos, como la adquisición de Lemonaid Health por $400 millones y una asociación con GlaxoSmithKline que implicó una inversión de $300 millones por parte de GSK. Pese a estos esfuerzos, los problemas financieros llevaron a la empresa a caer en una posición de insolvencia, exacerbada por costos de desarrollo de medicamentos que no pudo sostener. La decisión de vender a Regeneron excluye cualquier responsabilidad sobre Lemonaid.
Cambio en la dirección y el futuro
El colapso de 23andMe también significó un cambio drástico en su liderazgo; el otoño pasado, toda la junta directiva renunció a sus puestos en masa, descontenta con la gestión de la compañía. Anne Wojcicki, cofundadora y principal accionista, controlaba aproximadamente el 50% de los votos, pero no logró llevar la empresa a la rentabilidad a pesar de sus ambiciosos proyectos e inversiones.
El impacto en el mercado
La noticia de la adquisición generó un aumento en las acciones de 23andMe, que se duplicaron este lunes. Sin embargo, este incremento no compensa la caída total desde su precio inicial en la oferta pública, estando todavía un 99% por debajo. Esto resalta las volátiles dinámicas del mercado y el riesgo inherente que enfrentan las empresas de tecnología en expansión y cambio constante.
