Hoy, el Presidente Donald Trump está listo para dar su visto bueno al "Take It Down Act", una nueva ley bipartidista que tiene como objetivo establecer penas más severas para quienes distribuyan imágenes explícitas sin consentimiento.
Este paquete legislativo busca abarcar tanto contenidos auténticos como aquellos generados mediante inteligencia artificial, conocidos popularmente como deepfakes. La publicación de estas imágenes ahora podrá resultar en multas, prisión y restitución, según el informe original.
Con esta legislación, las empresas de redes sociales y otras plataformas digitales están obligadas a eliminar cualquier contenido explícito no consensuado dentro de un plazo de 48 horas tras ser notificadas por las víctimas. Además, deberán implementar medidas para asegurar que el contenido duplicado también sea eliminado. Este paso marca la primera intervención federal en el control de plataformas de internet en este contexto específico.
Apoyo de alto nivel y voces críticas
La Primera Dama, Melania Trump, ha sido una firme defensora de este proyecto de ley, que encuentra en los senadores Ted Cruz (R-Texas) y Amy Klobuchar (D-Minnesota) a sus principales patrocinadores. Cruz, en particular, se sintió motivado a actuar después de conocer un caso en el que Snapchat tardó casi un año en eliminar un deepfake de una niña de 14 años. Sin embargo, la ley no ha sido bien recibida por todos, ya que defensores de la libertad de expresión y grupos de derechos digitales expresan su preocupación sobre el alcance de la misma.
Preocupaciones sobre censura
Críticos de la ley advierten que su amplitud podría dar pie a la censura no solo de contenidos ilegales sino también de imágenes legítimas, como la pornografía legal, e incluso de críticos del gobierno. Esta preocupación subraya el delicado equilibrio que busca lograr la legislación entre proteger a las víctimas de contenido explícito no deseado y garantizar la libertad de expresión en el entorno digital.
Un movimiento hacia la regulación en línea
Aunque varios estados ya prohibieron la distribución de deepfakes sexuales y pornografía de venganza, el "Take It Down Act" representa un importante avance a nivel federal. Este paso podría sentar precedente para futuras regulaciones que limiten el poder de las grandes empresas tecnológicas y protejan a los usuarios en el vasto y frenético mundo del ciberespacio.