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El dilema de Open Fiber: Fusiones y diferendos al estilo italiano

Photo by Denny Müller / Unsplash

Según el informe original de Reuters, los caminos se dividen para los socios de Open Fiber, el operador de fibra óptica que no está viviendo su mejor momento financiero. CDP, el prestamista estatal italiano con el 60% de las acciones, y la firma australiana Macquarie, propietaria del otro 40%, tienen opiniones bastante contrastantes sobre el futuro de la empresa. Mientras CDP sueña con una fusión bajo el ala estatal con FiberCop, el rival más grande, Macquarie sugiere otra vía para evitar problemas con la ley.

Propuestas en la mesa: Fusión versus escisión

CDP está apostando, con cartas en mano, a la creación de un gigante de telecomunicaciones que opere exclusivamente al por mayor. Para ello, desea unir fuerzas con FiberCop, que fue vendida el año pasado por Telecom Italia a un grupo de inversores como KKR y el Tesoro de Italia. Sin embargo, Macquarie, la astuta firma australiana que entró al juego en 2021 pagando 2.12 mil millones de euros, aboga por escindir ciertos activos de áreas lucrativas y densamente pobladas para aliviar el análisis antimonopolio.

El valor del terreno: áreas densas en discusión

El corazón del desacuerdo se centra en las regiones más rentables, cuyos activos podrían variar en valor entre 4 y 6 mil millones de euros, según expertos. Aquí, Macquarie ha dejado claro que estaría preparada para asumir el control de estos activos, mientras que CDP no se muestra dispuesta a ceder, ya que considera estas áreas cruciales para una valoración justa de Open Fiber frente a FiberCop.

Un ojo en Bruselas: la maraña regulatoria

Ante la posibilidad de una fusión, las autoridades antimonopolio de la Unión Europea tendrán mucho que decir. Las apuestas no son bajas: CDP confía en que Bruselas podría exigir vender solo una pequeña porción de los activos en las áreas más pobladas para preservar la competencia. Todo apunta a que cualquier movimiento requerirá tanto tiempo como estrategia.

El futuro financiero de Open Fiber

Por ahora, Open Fiber navega con un lastre de pérdidas, registrando 364 millones de euros negativos el año pasado. Sin embargo, vislumbra el 2028 como la fecha en la que finalmente podría ver un flujo de caja positivo. En esta partida de ajedrez corporativo, las piezas ya están en movimiento, y el desenlace dependerá de cómo se desenvuelvan las negociaciones y regulaciones en los meses venideros.