El mercado estadounidense vivió una jornada bastante movida con caídas notables en los índices principales. El índice Dow Jones cerró con una disminución de 817 puntos, lo que representa una caída del 1.91%. Mientras tanto, el S&P 500 también sufrió, cayendo un 1.61%, y el Nasdaq Composite no se quedó atrás con una bajada del 1.41%. Según el informe original, los tres índices experimentaron su peor día en un mes, reflejando la tensión en los mercados.
Subasta del Tesoro: un evento clave
La atención del mercado se centró en la subasta del Tesoro a 20 años. Esta tuvo lugar a la 1 p.m. ET y mostró una demanda débil. Durante esta subasta, el Tesoro vendió $16 mil millones en bonos, pero a un rendimiento elevado del 5.047%, en comparación con el 4.83% de la subasta anterior en febrero. La escasa demanda de estos bonos subraya las preocupaciones actuales sobre la deuda estadounidense y su calificación crediticia, la cual fue degradada recientemente por Moody’s. Esta noticia ha aumentado la presión sobre los rendimientos de los bonos.
Impacto de la degradación de Moody’s
La degradación de la calificación crediticia soberana de EE.UU. por parte de Moody’s, de Aaa a Aa1, no sorprendió del todo, pero sí generó un enfoque renovado sobre los desafíos fiscales del país. A la par del aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro, donde el rendimiento a 10 años subió a 4.59% y el de 30 años superó el 5%, esta degradación recalca el creciente déficit y la carga de la deuda federal. El ratio de deuda federal comparado con el PIB subió al 123% en 2024 desde el 104% en 2017.
Volatilidad en aumento y la mirada en Bitcoin
En otra señal de la incertidumbre del mercado, el índice de volatilidad CBOE aumentó más del 15%, reflejando el nerviosismo en Wall Street. Mientras tanto, el índice del dólar estadounidense cayó un 0.5%. En contraste, Bitcoin logró alcanzar un récord histórico por encima de $109,400, aunque posteriormente se estabilizó alrededor de $107,000. Cabe destacar que este aumento representa más del 40% de crecimiento desde que cayó por debajo de $75,000 a principios de abril.
Lo que sigue para los inversores
En resumen, el mercado se encuentra en un punto crítico donde la atención está fija en las decisiones políticas que podrían afectar el futuro económico del país. Las recientes deliberaciones presupuestarias en Washington, junto con la incertidumbre en torno al estatus de los activos estadounidenses, mantienen a los inversores en alerta. Con los índices de acciones rompiendo rachas de ganancias, el panorama se presenta desafiante, permitiendo que los bonistas exijan rendimientos más altos y llevando la atención hacia el historial financiero del gobierno.