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¿Tos “insoportable” que no desaparece con ningún medicamento? Podría ser emocional

Uno de los elementos característicos de la tos emocional es su resistencia a los tratamientos médicos habituales

Foto: Pexels

La tos emocional es un fenómeno poco conocido pero clínicamente reconocido, que consiste en la aparición de tos persistente sin una causa médica orgánica identificable.

A diferencia de la tos causada por infecciones respiratorias, alergias o enfermedades pulmonares, la tos emocional tiene un origen psicógeno, es decir, está relacionada con factores emocionales y psicológicos. Este tipo de tos se presenta con mayor frecuencia en niños y adolescentes, aunque también puede afectar a adultos, especialmente en contextos de estrés crónico o trauma psicológico.

En términos médicos, la tos emocional se clasifica dentro de los trastornos somatomorfos, donde las emociones no expresadas o conflictos psicológicos se traducen en síntomas físicos.

En muchas ocasiones, la persona no es consciente de que su malestar emocional está afectando su cuerpo, lo que puede generar confusión, ansiedad e incluso frustración al no encontrar alivio con tratamientos convencionales.

Uno de los elementos característicos de la tos emocional es su resistencia a los tratamientos médicos habituales.

El paciente puede haber visitado varios especialistas y realizado múltiples pruebas (radiografías, espirometrías, exámenes de alergia, etc.), sin encontrar una causa orgánica.

Esto puede llevar a una prolongación innecesaria del malestar y a un mayor deterioro de la calidad de vida. En muchos casos, la tos empeora en situaciones sociales, escolares o familiares, y disminuye o desaparece cuando la persona se encuentra relajada, distraída o durmiendo, lo que refuerza la hipótesis de un origen psicológico.

El tratamiento de la tos emocional no se basa en fármacos para la tos, sino en un enfoque multidisciplinario que puede incluir terapia psicológica, apoyo emocional y en algunos casos, técnicas de relajación o mindfulness.

La terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, ha demostrado ser eficaz para ayudar al paciente a identificar los factores desencadenantes y a desarrollar estrategias para manejar el estrés y la ansiedad. Es fundamental también trabajar en la conciencia corporal y en la expresión emocional, aspectos que muchas veces están reprimidos o poco desarrollados en quienes presentan síntomas psicógenos.

En niños y adolescentes, el apoyo familiar juega un rol crucial. Muchas veces, la tos emocional surge como una forma de llamar la atención o de expresar un conflicto que el menor no puede verbalizar. La intervención oportuna y comprensiva de padres, cuidadores y docentes puede evitar que el problema se cronifique y tenga un impacto mayor en la vida del niño.