En medio de las tensiones comerciales que aún persisten, el presidente Donald Trump ha lanzado una nueva amenaza a Apple. El 23 de mayo de 2025, Trump advirtió sobre la imposición de un arancel del 25% a la compañía si no traslada la fabricación de iPhones a Estados Unidos. Según el informe original, esto ocurre en el contexto de los ajustes que Apple ha estado haciendo en su cadena de suministro.
Apple apuesta por India y Vietnam
Con el aumento de aranceles sobre China y Vietnam, países clave en su cadena de producción, Apple ha redirigido parte de su fabricación a India. Tim Cook, CEO de Apple, comentó que para el trimestre de junio se espera que la mayoría de los iPhones vendidos en EE. UU. sean fabricados en India. Vietnam, por su lado, se ha convertido en el país de origen de casi todos los productos iPad, Mac, Apple Watch y AirPods vendidos en EE. UU.
Las predicciones sobre el costo de producción
La posibilidad de trasladar la fabricación de iPhones a EE. UU. presenta un nuevo desafío financiero para Apple. Dan Ives, analista de Wedbush Securities, ha estimado que un iPhone hecho en territorio estadounidense podría costar alrededor de $3,500. Este cambio también podría resultar en un aumento de hasta el 40% en los precios de dispositivos tecnológicos, según predicen los analistas Barton Crockett y Dan Ives.
Consecuencias de los aranceles potenciales
En el pasado abril, Apple enfrentaba la posibilidad de aranceles del 54% sobre sus productos fabricados en China y del 46% sobre los de Vietnam, lo que afectaría significativamente sus costos operativos. Según el analista Barton Crockett, dichos aranceles podrían traducirse en $40 mil millones en costos adicionales para la compañía.
Futuro incierto para los iPhones en EE. UU.
Mientras tanto, los consumidores en EE. UU. esperan con interés la llegada de los nuevos modelos de iPhones que Apple planea anunciar en septiembre. Con un inicio de precios de $799 para el iPhone 16 y $999 para el iPhone 16 Pro, cualquier movimiento en la estrategia de fabricación de Apple podría influir en el precio final que enfrenten los consumidores. La decisión de Tim Cook y su equipo será crucial, dado el panorama económico incierto y las presiones políticas actuales.