La inversión en construcción en Estados Unidos sorprendió a los analistas al registrar una caída del 0.4% en abril. Esto se produce tras una revisión que bajó la cifra de marzo a un decrecimiento del 0.8%. Según el informe original, se esperaba un repunte del 0.3% en el gasto para abril, según economistas consultados por Reuters. Sin embargo, los números no jugaron a favor de estas previsiones optimistas.
El impacto en la construcción privada
La parte más afectada por esta tendencia descendente ha sido la inversión en proyectos de construcción privada, que experimentó una disminución del 0.7%. Dentro de este ámbito, la construcción residencial sufrió un descenso del 0.9%. Específicamente, los gastos en nuevos proyectos de viviendas unifamiliares cayeron un 1.1%. Esto se produce en un contexto donde los inventarios de nuevas viviendas no se habían visto a esos niveles desde 2007.
El mercado de la vivienda y la oferta excedente
La oferta de viviendas de segunda mano ha alcanzado su nivel más alto en más de cuatro años, lo que puede estar contribuyendo al descenso en nuevos proyectos de construcción. Esta abundancia de oferta, junto con los gastos en unidades de vivienda multifamiliar disminuyendo un 0.1% en abril, pinta un panorama complicado para el sector de viviendas. Los constructores enfrentan un mercado saturado que limita nuevas construcciones.
Construcción no residencial y proyectos públicos
Por su parte, la inversión en estructuras privadas no residenciales, como oficinas y fábricas, también disminuyó un 0.5%, reflejando posiblemente un enfriamiento en las expectativas empresariales. En contraste, el gasto en proyectos de construcción pública aumentó un 0.4%. Esto incluye un incremento del 0.3% en el gasto del gobierno estatal y local, y un notable aumento del 2.7% en proyectos del gobierno federal.
Así, aunque el sector público proporciona cierto contrapeso, la tendencia general muestra un escenario de cautela en la inversión constructiva, tanto para iniciativas privadas como residenciales.