Las acciones de DraftKings (NASDAQ:DKNG) cayeron un 7% en la sesión matutina. Esto se debió a que Illinois dio a conocer una nueva legislación que añade tarifas adicionales para los operadores de apuestas deportivas en línea. Esta medida golpea particularmente a empresas grandes como DraftKings y se espera que incremente significativamente la tasa impositiva, lo que podría influir en su rentabilidad. Más detalles sobre el impacto de este cambio se pueden encontrar en el informe original.
Subidas y bajadas: la montaña rusa de DraftKings
En el último año, DraftKings ha experimentado 19 movimientos mayores al 5%, lo que resalta una volatilidad considerable en el valor de sus acciones. Hace apenas cuatro meses, las acciones de la compañía subieron un 14.3% tras reportar resultados del cuarto trimestre que superaron las expectativas de EPS y EBITDA de los analistas. Este optimismo, sin embargo, no ha conseguido evitar la reciente caída en su valor en el mercado.
Pronósticos financieros ajustados
A pesar de las fluctuaciones en el mercado, DraftKings ha elevado ligeramente su guía de ingresos para el año completo, superando las estimaciones de los analistas. Sin embargo, el pronóstico de EBITDA se mantiene aproximadamente en línea. Los ingresos quedaron por debajo de las expectativas, debido a una disminución del 16% en el ingreso promedio por usuario, causada principalmente por un gasto menor de los usuarios de Jackpocket y una tasa de retención en apuestas deportivas más baja.
Un panorama de incertidumbre
Con el descenso del precio por acción a $33.72, un 37% por debajo de su máximo de 52 semanas de $53.49 en febrero de 2025, las aguas parecen estar revueltas para DraftKings. La empresa ha bajado un 7.1% desde el comienzo del año. Cualquiera que hubiera invertido $1,000 en las acciones de DraftKings hace cinco años estaría viendo su inversión reducida a $817.28 en la actualidad.
¿Oportunidad de compra o riesgo calculado?
El movimiento actual en la bolsa sugiere que el mercado considera estas noticias significativas, pero no lo suficiente como para cambiar radicalmente su percepción sobre el negocio. Aunque la caída es significativa, algunos inversores podrían ver esto como una oportunidad de comprar acciones de calidad en un punto bajo. Sin embargo, la historia volátil y las presiones regulatorias hacen que esta decisión no sea tan sencilla.